El espectro de Aleksandr Wolf

Editorial Acantilado publica 'El espectro de Aleksandr Wolf, de Gaito Gazdánov,

Portada de 'El espectro de Aleksandr Wolf, de Gaito Gazdánov.
El espectro de Aleksandr Wolf
Acantilado

Que un nuevo autor aparezca traducido al castellano da aire. Que ese aire llegue de un escritor de nombre Gaito Gazdánov dice más. Y cuando la novela comienza con el protagonista recordando el único asesinato que ha cometido, el lector ya está dentro. Mérito del nacido en San Petersburgo a principios del XX y que tras colaborar con la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial, adquirió la nacionalidad gala y ejerció de periodista en Munich en los años cincuenta. Este periplo no es inocuo, al contrario, da idea de la amalgama de voces disponibles para el autor. Como ejemplo esta novela. El espectro de Aleksandr Wolf comienza con una trama que se enreda sobre sí misma para condicionar a quién propiamente la cuenta. Diseñado el laberinto, el resto es una narración concienzuda de lenguaje sencillo y voluntades complejas que narran lo que siempre hace requiebros en el ser humano. La ambigüedad.


Y una vez elegido el tema, la novela se suelta con todo el desparpajo del mundo a tocar los dos extremos de la balanza y cuando tras dimes y diretes parece nivelarse, se vuelve a empujar y sale en otra dirección. Eso es una novela con peso, con la fuerza necesaria de quien sabe con lo que juega. Con el recuerdo de Aleksandr Wolf, con el anhelo del escritor por conocer al escritor que le da la historia que él desarrolla. Desde un prisma narrativo cercano a la inocencia en primera persona, Gazdánov resquebraja las seguridades que quedaban para dejar a la intemperie que conlleva un asesinato, los pocos pilares que todavía no estaban modificados. La novela es puro ingenio, breve en duración, de largo y fácil entendimiento, deja en el lector la percepción de haber visto lo que le decían que iba a ver hasta volcarle el final en los ojos. No traiciona, alimenta. Nutre al olfato que ya puede buscar otra obra suya, ‘Caminos nocturnos’ (Sajalín Ed.), para ver como tras huir de la revolución soviética se convierte en taxista de los años veinte en el París que nadie dudó de que era una fiesta.