Los extranjeros con visado para estudiar en Aragón crecen casi un 40% en el último año

Su matricula cuesta el triple que la de un alumno comunitario, excepto si llegan a un acuerdo previo.

Acto de la DPH
Acto de la DPH
J.S.

Durante el último año, el número de extranjeros con visado de estudiantes que han elegido Aragón ha aumentado casi un 40%. Según los últimos datos publicados por el Observatorio Permanente de la Inmigración, a finales de 2014 había 934 extranjeros con este tipo de visado en la comunidad aragonesa, mientras que en 2013 esta cifra se situaba en los 675. 


La llegada de septiembre provoca una gran movilidad entre los universitarios, unos se van pero también hay muchos que llegan. Esto produce que cada año por esa época suban las cifras de extranjeros con visado para estudiar en Aragón, sin embargo, con el paso de los meses, este número se suele ir reduciendo. Pero esta situación no se ha repetido este último año, cuando el número de inmigrantes con permiso de residencia se ha mantenido casi sin variación. Es decir, vienen más y se quedan más tiempo. 


La gran mayoría de ellos son estudiantes de carreras universitarias, másteres, doctorados, realizan prácticas, están investigando o participan en labores de voluntariado. En el caso de los universitarios, la forma de llegar es muy variada. Las tradicionales becas de movilidad como los Erasmus -los países pertenecientes a la UE no necesitan visado pero los otros tres que participan sí- y Americampus atraen a varios jóvenes, pero lo más común, según señalan fuentes del Ministerio de Educación, es que la llegada se produzca por las relaciones bilaterales entre las universidades o por la matriculación directa del estudiante.


No obstante hay otros programas como los Cursos de Español como lengua extranjera, las becas de doctorado UZ-Banco Santander, dirigidas a estudiantes graduados de universidades latinoamericanas; las becas UZ-Fundación Carolina, que promociona las relaciones culturales, y la cooperación en materia educativa y científica con países de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, y el programa Ciencia Sin Fronteras del Gobierno de Brasil.


De los 934 extranjeros que tienen permiso de residencia para estudiar en Aragón, el 95% de ellos son estudiantes de pleno derecho, mientras que el 5% pertenecen a sus cónyuges o hijos menores de 18 años. Además, la gran mayoría llevan menos de un año residiendo en la comunidad aragonesa, mientras que una tercera parte, ya ha renovado su permiso por un segundo o tercer año.


La edad más común entre aquellos inmigrantes que deciden venir a estudiar a Aragón ronda los 20 y los 24 años, aunque no es extraño encontrar alumnos entre 16 y 34 años. América -en especial Latinoamérica- y Asia son los continentes que más representación estudiantil tienen en tierras aragonesas. Los alumnos Norteamericanos se decantan por la rama de la ciencia, aunque también hay algunos que prefieren estudiar algún idioma o Historia. Por su parte, los jóvenes asiáticos llegan en busca de titulaciones relacionadas con la economía y el turismo.


En estos últimos años, el incremento de relaciones con China ha sido muy importante, prueba de ello es que el pasado curso había unos 60 chinos matriculados en grados o másteres del campus público. “Además, ahora estamos iniciando un programa de intercambio con universidades japonesas”, señala Regina Lázaro, vicerrectora de Relaciones Internacionales y Cooperación al Desarrollo de la Universidad de Zaragoza. Estos jóvenes estudian generalmente carreras relacionadas con ingenierías y veterinaria.


No hay que olvidar que las matrículas de todos estos estudiantes extracomunitarios son el triple de caras que las de un alumno que vive en algún país de la UE. “No obstante, la universidad puede alcanzar algunos convenios para reducir este coste y se valora la situación económica de cada joven”, subraya Lázaro. En el caso de los estudiantes chinos, a pesar de este incremento, les siguen saliendo las cuentas. Estudiar una carrera universitaria en Pekín cuesta más de 5.000 euros al año, mientras que hacerlo en Zaragoza ronda los 4.500. Esto unido al hecho de que Aragón tiene un nivel de vida más bajo que otras ciudades europeas provoca que muchos jóvenes de países asiáticos hayan decidido acabar en tierras aragonesas.

Ciudades más pequeñas, que atraen estudiantes

“El hecho de que tanto Huesca como Teruel sean ciudades de tamaño medio y que Zaragoza tenga una quinta parte de habitantes que cualquier ciudad asiática provoca que muchos alumnos de esos países se decanten por esta opción”, sostiene Lázaro. De este modo, el tamaño, la cordialidad de los habitantes y una situación estratégica entre las grandes ciudades españolas consigue situar a Aragón en el mapa de muchos jóvenes de todo el mundo. “Estas son algunas de las razones que más influyen en las decisiones, en las que también afecta el boca a boca tanto de los estudiantes que han venido como de los españoles que se han ido”, subraya.

La UZ, en continuo contacto con otros países

Según especifican fuentes del Ministerio de Educación, en los años previos las universidades españolas han intentado mejorar sus programas de internacionalización, “agilizando los trámites de los visados e intentando captar el mayor número de alumnos”. Y parece que, atendiendo a los datos publicados, lo están consiguiendo, aunque con un gran esfuerzo.


En el último lustro, la Universidad de Zaragoza ha conseguido que siete carreras tengan la acreditación internacional de calidad de la docencia, 6 de ellas pertenecen a la rama de las ingenierías y la otra a la Facultad de Veterinaria. Lo mismo ocurre con dos másteres, que están dentro de los Máster Erasmus Mundus. Además, el Campus Iberus, en el que se encuentra la Universidad de Zaragoza, tiene el reconocimiento de Campus de Excelencia Internacional.


Entre las últimos intentos de seguir ampliando la red internacional de la Universidad de Zaragoza, estos días un grupo de 14 estudiantes y 2 profesores de la Northern Arizona University visitarán el campus para conocer la oferta académica e investigadora y poder estudiar el próximo año en Aragón.