Inversiones y nuevos puestos de trabajo en la industria alimentaria

Pese a la crisis, estas industrias no han dejado de crear empleo en los últimos ocho años.

No es que no haya notado el impacto de la crisis, pero la industria alimentaria aragonesa sigue dando muestras de la fortaleza del sector aunque sea en un escenario económicamente complicado. Será, como explica Félix Longás, presidente de la Asociación de Industrias de la Alimentación de Aragón (AIAA) porque sus producciones (alimentos) son aquellos artículos que no dejan de adquirirse aún cuando más menguados están los bolsillos de los ciudadanos, pero lo cierto es que estas industrias no han dejado de crear empleo en los últimos ocho años. Hasta el pasado mes de marzo (según los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social) las empresas alimentarias aragonesas sumaban 12.497 trabajadores. De ellos, más de medio millar (en concreto 530) fueron contratadas el pasado año, lo que supone un incremento del 4% respecto al ejercicio anterior en el que también las plantillas de este sector industrial, el segundo tras la automoción, se incrementaron en casi 300 personas.


"No ha habido implantaciones nuevas, pero si un compromiso de capear la crisis solucionando los problemas y asegurando el empleo", señala Longás. Porque dificultades también ha pasado esta industria, en su mayoría de pequeño tamaño y situada en el medio rural. Entre ellas, Longás señala la reducción de márgenes empresariales, provocado por un incremento de los precios de las materias primas que luego la industria no podía repercutir en el precio final de sus productos y que "se ha notado mucho en la cuenta de explotación de las empresas", matiza el presidente de la AIAA.


El futuro también se presenta halagüeño para el mercado laboral de este sector industrial. No solo porque se nota "una cierta recuperación en el consumo", dice Longás, sino también porque a la inversión realizada por estas empresas durante los años de la crisis se unen ahora proyectos estratégicos de compañías que miran hacia el futuro con ampliaciones, nuevas producciones, aperturas de mercados o incremento de la actividad para adaptarse, una vez más, a las nuevas exigencias del mercado. En lo que llevamos de año, distintas compañías aragonesas de la alimentación han anunciado inversiones que suman más de 250 millones de euros. Su traducción: casi 250 nuevos empleos.