El siluro, entre los invasores "indultados" en el Ebro

El Plan General de Pesca de Aragón permite devolver al río a algunas especies exóticas invasoras en ciertas zonas y obliga a sacrificar "in situ" a otras.

Captura y suelta de siluros en el Ebro
Captura y suelta de siluros en el Ebro
Víctor Soriano

En época de deshielo el caudal de nuestros ríos aumenta y los aficionados a la 'captura y suelta' saltan al agua dispuestos a lograr la mejor foto junto a los ejemplares de peces más impresionantes. Para los amantes de este deporte, el invasor siluro es sin duda alguna el rey, ya que no es raro encontrar ejemplares de más de 70 kilos de esta especie en los embalses y ríos aragoneses.


Mientras la Ley a nivel nacional prohibe devolver al agua los ejemplares de especies exóticas invasoras tras haber sido capturados, el Plan General de Pesca de Aragón permite practicar la captura y suelta de ciertas especies invasoras en determinadas zonas. El siluro, por ejemplo, se puede 'capturar y soltar' en el eje principal del río Ebro, en sus canales y acequias, en los embalses de Ribarroja y Mequinenza y en el río Cinca desde la confluencia con el río Alcanadre hasta la confluencia con los ríos Cinca y Segre.


El Plan General de Pesca de Aragón también 'indulta' en determinadas zonas al salvelino, el black bass, el lucioperca, la perca europea, el alburno, el rutilo y el escardino, todas ellas especies incluidas en el Catálogo español de especies exóticas invasoras y a las que, como norma general, el pescador está obligado a sacrificar si las captura.


El pez gato, el lucio y el pez sol, sin embargo, no tienen tanta suerte y deben sacrificarse "in situ" en todo el terrritorio aragonés según dicta la norma autonómica.

Captura y suelta ¿sí o no?

Esta relajación de la ley en Aragón para determinadas especies no sienta bien a todo el mundo. Mientras los practicantes de la 'captura y suelta' esgrimen que nadie puede obligarles a matar a un animal, los ecologistas exigen que se prohiba tajantemente el volver a depositarlos en el agua: "Las especies exóticas invasoras son muchas y muy depredadoras. Están devorando a las demás especies, no solo de peces, sino de anfibios, reptiles, aves acuáticas... hacen mucho daño a la fauna autóctona y nos parece lamentable que en Aragón se permita devolverlos al agua cuando a nivel estatal el pescador está obligado a sacrificarlos", argumenta Ismael Sanz, portavoz de Voluntarríos.


Desde la Federación Aragonesa de Pesca y Casting sostienen una postura más pragmática: "Primero que a mí no me puedes obligar a matar a un animal y segundo que en algunas zonas la invasión es tal que ya es inviable dar marcha atrás y no parece lógico gastar dinero y esfuerzos extrayendo animales. Pedir que nos pongamos a sacar peces del embalse de Mequinenza es una aberración", argumenta Jesús Abadía, presidente de la Federación.


"Lo que no se puede es adaptar la ley para satisfacer intereses exclusivamente económicos y a los pescadores deportivos" replica por su parte el divulgador ambiental y miembro de Ecologistas en Acción Paco Iturbe. "No hablamos de erradicar las especies pero si de controlar. Si ya las tienes capturadas nos parece lamentable que se vuelva a soltar a especies que devoran todo lo que se pueden meter en la boca solo porque resulta molesto transportarlos", prosigue este divulgador ambiental.




Víctor Soriano es el protagonista de estas imágenes captadas por Jorge del Orden en las que intenta capturar a un siluro de más de 70 kilos en el Ebro, concretamente entre el puente de Santiago y el de Piedra, zona en la que está permitida la captura y suelta de esta especie.


Este soriano de Dévanos defiende por su parte que él no se considera un pescador y que, por tanto, no quiere matar a animales: "Solo buscamos una buena foto o un buen vídeo, después los volvemos a dejar vivos en el agua y no me pueden obligar a hacerlo de otra manera", zanja este aficionado.