Zaragoza es la quinta provincia con mayor fragilidad económica

Varios expertos del CSIC han elaborado un estudio sobre la vulnerabilidad de las provincias españolas.

Mapa de la vulnerabilidad española
Mapa de la vulnerabilidad española
'Atlas de la crisis'

Las elevadas cifras del paro, el descenso en el número de empresas, de las exportaciones y del Producto Interior Bruto (PIB) han convertido a Zaragoza en la quinta provincia con mayor vulnerabilidad económica según el reciente estudio publicado por tres miembros del CSIC. 'Atlas de la crisis' muestra los efectos de la crisis que han sufrido las diferentes provincias españolas. Este documento estudia la fragilidad general de las provincias a través de tres indicadores: económico, inmobiliario y social.


En el ámbito inmobiliario se ha valorado el número de hipotecas constituidas, las viviendas libres terminadas, las transacciones, el precio medio y las ejecuciones hipotecarias. Por su parte, el estudio social cuenta con la inmigración, la variación residencial, los beneficiarios de prestaciones, emancipación de los jóvenes y el número de manifestaciones. Por último, el económico incluye todo lo nombrado en el párrafo anterior.


De este modo, se puede ver cómo la comunidad aragonesa se encuentra ligeramente por encima de la media española, aunque con diferencias entre las tres provincias. “El mapa español sufre un vuelco en perjuicio de las provincias situadas en la mitad oriental frente al mejor comportamiento de las situadas en la mitad occidental y la posición intermedia de las regiones interiores”, especifican en el documento. En esta última posición está Aragón, con una tasa de vulnerabilidad entre media (Huesca y Teruel) y alta (Zaragoza).


“La comunidad autónoma se encuentra un poco mejor que la media estatal, pero en los últimos años es de las que más se ha empobrecido”, señala Gustavo García, portavoz en Aragón de la Asociación de Directores y Gerentes Sociales. De hecho, ambos colectivos están intentando colaborar para poder ampliar el estudio ya publicado.


La provincia de Zaragoza tiene una vulnerabilidad alta, situándose entre las quince provincias con mayor afección por la crisis económica. Esto se debe a una conjunción de factores: debilidad media en el sector inmobiliario, también media si se tiene en cuenta lo social y muy alta en el aspecto económico. La caída del precio de los inmuebles por encima del 40% en Zaragoza capital y la multiplicación casi por 3 del número de parados son algunas de las razones que justifican el debilitamiento que ha sufrido la provincia.


"El fuerte crecimiento de urbanizaciones de viviendas, polígonos industriales, parques logísticos, etc. en los años de crédito abundante y barato parece ser un factor explicativo", señala Ricardo Méndez, director del estudio. 


Por el contrario, tanto Huesca como Teruel se mantienen con una vulnerabilidad media, aunque con factores que las diferencian bastante. Para Huesca el mayor problema se sitúa en la denominada “burbuja inmobiliaria”, debido a la cual se ha multiplicado por 4 el número de ejecuciones hipotecarias en los últimos seis años. No obstante, en el ámbito económico y social sigue el ritmo de las ciudades interiores, que son las que menos han notado el impacto de la crisis económica.


Entre otros factores, uno de los que más ha propiciado esta tendencia a la baja ha sido que el PIB ha crecido entre un 11,46%, el paro ‘solo’ ha crecido un 80% y “el número de empresas se ha reducido en menos de un 10%”.


Por su parte, Teruel tiene problemas con el número de parados y el PIB además de una elevada fragilidad en lo social. En el documento se puede comprobar que los parados en la provincia de Teruel se ha incrementado un 60% en los últimos años mientras que el PIB ha descendido alrededor de un 13%.


"La relativa atonía de la provincia de Teruel en la época de crecimiento provoca que el retroceso en estos años también ha sido moderado y de ahí su índice de vulnerabilidad negativo", explica Méndez. Asimismo subraya que estos datos no indica que la situación es mejor sino que las dificultades a que se enfrenta la provincia son muy anteriores a esta crisis.


El estudio concluye que “el impacto de la crisis ha sido máximo en territorios cuyo crecimiento se basó en un elevado endeudamiento, especialización en actividades de baja productividad y fuertemente cíclicas como la construcción, las industrias auxiliares o los servicios al consumo, empleo precario y un modelo urbanizador insostenible”.