Desde que los medios de comunicación lanzaron la noticia de que el 20 de marzo se produciría un eclipse solar, los 450 escolares de Infantil y Primaria del Colegio El Buen Pastor de Zaragoza no habían parado de trabajar para comprender lo que iba a suceder en el cielo aquella mañana. Sus visitas a las páginas web del tiempo "eran tan frecuentes como desesperantes", comentan. Llegado el gran día, a primerísima hora, realizaron todo el montaje técnico necesario, presidido por un telescopio refractor AP 102/900ED y protegido por un filtro solar Orión, imprescindible para una observación segura. "No obstante –dice su profesor–, y para facilitar la observación en grupo, proyectamos todo el tiempo la imagen en un monitor externo". Entre nervios e impaciencia, preguntas y respuestas, los alumnos, y algún que otro padre curioso, sin apartar la vista del monitor, siguieron, como ellos mismos explican, "este particular baile entre la Luna y el Sol", que oscureció la mañana. La experiencia se convirtió en una sucesión de buenos momentos compartidos entre alumnos, profesores y Ciencia hasta que, al final, estalló el aplauso contagioso de los más pequeños. "Hemos hecho el firme propósito de convocarnos, aquí, en nuestro colegio, para dentro de 11 años, cuando se produzca el próximo eclipse total visible en nuestro país", dice el maestro. ¡Allí estaremos!