"Siempre tuve muy claro que quería dedicarme a esto"

?LAURA RUBIO I AUTORA DE CÓMIC I La joven zaragozana, de 19 años, lanza el día 10 de este mes a través de GP Ediciones su primer trabajo profesional, ‘Zilia Quebrantahuesos’, una ficción de tintes mitológicos ambientada en Aragón e influida estéticamente por el manga nipón

"Siempre tuve muy claro que quería dedicarme a esto"
"Siempre tuve muy claro que quería dedicarme a esto"

Quizá no procede preguntarle por sus inicios en la ilustración... prácticamente está en ellos.

Sí, es mi primer trabajo publicado, pero siempre he tenido claro que quería dedicarme a esto, no es algo pasajero. Estudié bachiller de artes, ahora estoy en Bellas Artes... sigo aprendiendo, y ahora tengo la suerte de haber podido publicar una historia que me gusta mucho.


Parece que le va la mitología asociada a su tierra...

Me encantan las leyendas y la Edad Media, en particular. También todo lo relacionado con la historia antigua de Aragón. Para este libro me he documentado mucho, aunque la trama sea ficticia. Hay personajes reales que se mencionan de pasada, otros incluso aparecen, pero manda lo imaginado, claro. He leído varios textos de Corral y un libro que me encantó, de Manuel Gómez de Valenzuela, titulado ‘La vida cotidiana en Aragón durante la Alta Edad Media’.


Los guardianes del equilibrio y la paz en ‘Zilia’, los Baterou, tienen reminiscencias de otros grupos similares en la literatura y el cine...

Es un nombre inventado, me pareció que sonaba bien. Sí, tienen que ver con esas órdenes que se encargaban de guardar algo: un secreto, un tesoro... aquí también tienen esa función. Zilia es una chica de las montañas del Pirineo que se une a esta hermandad y empieza a vivir muchas aventuras con ellos.


En la parcela estética del libro manda el manga, pero hay detalles de otras corrientes.

Mis lecturas en cómics casi siempre han ido por el manga, pero no me quedo ahí. En Japón es muy común usar el tema de las leyendas que han pasado de generación en generación. A mí me entretenían, pero también sirvieron para inspirarme después. Desde los 13 años he sido muy fiel a estas historias: mi generación ha crecido con el ‘anime’ y me apetecía irme por ese lado. Es verdad que también hay cosas de cómic europeo y americano, pero la base viene de Naruto, que me encantaba de pequeña, y de Kenshin Samurai, que salió en los 90 y que luego también tuvo serie de televisión. Por otro lado, aunque mi estilo no se parece en nada, admiro muchísimo a Moebius. Es genial por todo, pero especialmente por su imaginación.


¿Autores españoles y aragoneses favoritos?

Me parece muy bueno lo que hace David Rubí: su trazo es una pasada, y creo que la fuerza de sus dibujos resulta tremenda. En Aragón hay muchos fantásticos, de hecho en GP están varios de los que más me gustan, pero igual me quedaría con Juanfer Briones: su dibujo es genial, y me van los temas que elige. También Álvaro Ortiz, su trayectoria ya resulta flipante, y lo que le queda...


¿Cómo le está acogiendo la comunidad comiquera aragonesa? ¿Más abrazos que tijeretazos?

De maravilla, empezando por GP, son estupendos como artistas y también como personas. ¡Aún me queda mucha gente por conocer! Lo que pasa es que al haber intereses y gustos comunes, todo se hace más fácil.Espero que mi trabajo guste, y trataré de seguir aprendiendo, probar cosas nuevas y a la vez investigar un poco más en Zilia, porque creo que puede dar mucho juego.


Sabemos de dónde es. ¿A qué dedica el tiempo libre?

Con estudiar y dibujar ya tengo bastante por ahora. De hecho, saco todas las horas posibles para seguir dibujando. Como había prometido entregar antes de final de año, me pegué muchos madrugones y trasnochadas, pero valió la pena.


Vive con sus padres. ¿Ha tenido apoyo en casa para este empeño o ha sido más bien un asunto de resignación ante la evidencia?

Mucho apoyo, desde el principio. Mis padres siempre han sabido que quería esto, y nunca ha sido un problema para ellos, al revés: tengo suerte. Ahora quiero centrarme en acabar bien la carrera, seguir dibujando todo lo que pueda, leer mucho para conocer autores nuevos... y lo que hablábamos antes, ver hasta dónde puedo llevar a Zilia. Luego probaré nuevas líneas, no quiero cerrarme a nada a la hora de contar cosas.