Nuevos trabajos de restauración en la iglesia de San Andrés de Calatayud

Se cubrirán los pilares construidos en una fase anterior para estabilizar la sacristía

En esta nueva fase, se embellecerá con ladrillo la estructura construida para estabilizar la sacristía. macipe
En esta nueva fase, se embellecerá con ladrillo la estructura construida para estabilizar la sacristía. macipe
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La iglesia de San Andrés de Calatayud volverá a estar en obras en unos días. Esta vez los trabajos se centrarán en la parte exterior que da a la zona de la sacristía, y servirán para concluir una actuación anterior en la que se construyó una estructura para estabilizar el edificio.


La inversión total asciende a 100.000 euros y será financiada por la Diputación de Zaragoza –que pone el 60%–, el Ayuntamiento y la diócesis de Tarazona –que aportan el 40% restante a partes iguales–. La semana pasada el Consistorio aprobó la adjudicación de esta intervención, que cubrirá el armazón que se creó y construirá una nueva escalera para acceder a una estancia existente sobre la sacristía que no cuenta con acceso directo.


"El tejado que hay sobre la sacristía se cambiará también de dirección para modificar la evacuación de las aguas", explica el párroco de este templo, Jesús Vicente Bueno. Con la configuración actual las aguas pluviales van a dar hacia la puerta principal, y con el cambio desaguarán hacia la Rúa de Dato.


Hace dos años, la iglesia de San Andrés recibió otra importante inversión de 500.000 euros procedentes de la DPZ que sirvieron para consolidar las estructuras del edificio. Se realizó un micropilotaje alrededor, siguiendo el proyecto del arquitecto que dirige todas las intervenciones en el inmueble, Fernando Alegre. Estas obras conllevaron el cierre temporal del edificio, algo que no ocurrirá en esta ocasión.


A aquella fase le siguió otra con la que se arregló la fachada y se cerraron las grietas que se habían abierto en el interior y que advertían del deterioro y de los daños en los cimientos de la que se cree es la iglesia más antigua de la ciudad. Con anterioridad, en el exterior y en el lateral que da a la Rúa de Dato había unas viviendas sobre las se sujetaba la parte de la sacristía. Al derribarlas, se modificó el equilibrio de fuerzas y aparecieron los daños. La estructura que ahora se va a recubrir con ladrillo volvió a sujetar ese lateral.


Además de cerrar esos "brazos de madre", como dice el párroco, ahora también se aprovechará para embellecer ese anexo. "El proyecto del arquitecto es precioso porque van también unos ventanales que darán luz y se intenta que sea una fachada un poco moderna junto al edificio antiguo", comenta Bueno. El plazo de ejecución de los trabajos es de unos 6 meses. A partir de ese momento, San Andrés esperará partida para instalar un suelo de tarima.


Otro templo bilbilitano que viene llamando la atención por los efectos del paso de los años es la colegiata de Santa María. Cerrada desde agosto de 2010, se han terminado distintas obras de urgencia para su estabilización.

Obras también en la colegiata

En dos semanas comenzará otra actuación que paga el Ministerio de Cultura para la consolación y restauración de la sacristía y el ábside. La empresa Trycsa, Técnicas para la Restauración y Consolidación S. A., ha resultado la adjudicataria con un presupuesto de casi 303.000 euros. "El tejado de esta iglesia está muy mal, no se cae porque se apoya sobre la bóveda de la sacristía", comenta Bueno. El proyecto contempla, además de su reparación, la apertura de unas claraboyas para que entre luz directa al presbiterio y altar mayor. Ahí había ventanales, pero se cerraron a lo largo de la historia de este edificio. También se reparará el ábside en el exterior. Una veintena de empresas presentaron sus ofertas para acometer esta obra, que finalmente hará una empresa vallisoletana. Los trabajos se prolongarán entre cuatro y seis meses. Recuerda su abad que también el Gobierno de Aragón anunció otra inversión, pero de momento ese compromiso no se ha cumplido.