El que siembra la discordia

Nadie está ya seguro y atentados como el de ‘Charlie Hebdo’ o los recientes de Túnez pueden ocurrir en cualquier momento. La alerta antiterrorista se ha elevado en España a nivel 3, mientras la Brigada de la Información de la Policía trabaja en Aragón para impedir atentados y evitar la propaganda islamista.

El que siembra la discordia
El que siembra la discordia

El atentado de Túnez contra turistas europeos, el de París contra periodistas de la revista ‘Charlie Hebdo’, la detención en Badalona esta semana de cuatro miembros de una misma familia, cuyos dos hijos menores, gemelos de 16 años, iban a partir a Siria para enrolarse en las filas del Estado Islámico, donde murió un hermano el año pasado... Tres terribles ejemplos que evidencian que la amenaza del integrismo yihadista es real y global. "Se trabaja en la sombra, y muy pocas operaciones salen a la luz", destaca la Policía Nacional de Zaragoza, que explica que "ahora mismo hay en Europa una red enorme de información, intercambio continuo de ficheros, datos, que ha permitido limitar el impacto del autoproclamado Estado Islámico. Trabajamos para que esa propaganda no cale en la comunidad musulmana, para que esos jóvenes aragoneses no abandonen su vida y abracen el fanatismo". "Se trabaja para que ninguna célula terrorista o lobo solitario siembre el terror para apoyar la causa yihadista".


Aragón cuenta con una Brigada de Información perteneciente a la Policía Nacional que cruza sus datos con los de la Comisaría General de Información de toda España. El Ministerio del Interior ha creado un protocolo ante el yihadismo y elevado la alerta terrorista a nivel 3. "En Aragón existe riesgo de atentados, como en el resto de España y de Europa. La Brigada de Información se ha convertido en una prioridad en materia de terrorismo. El trabajo tradicional, no tiene sentido y ahora es fundamental la información entre cuerpos, pero sobre todo con otros países", destacaba a HERALDO el comisario provincial de Zaragoza de la Policía Nacional, Jesús Navarro. "Los lobos solitarios no necesitan ni preparación ni infraestructura, pero son individuos peligrosos que están llegando aquí y nos obligan a estar en constante alerta, porque sus acciones se pueden producir en cualquier momento y lugar".


Prefieren no hablar de los métodos policiales, ni de los medios o agentes destinados a la Brigada. Pero se sabe que trabajan en secreto, con fuentes anónimas, en muy estrecha colaboración con la comunidad islámica residente en Aragón. La fotografía colgada el pasado año en Twitter, con La Aljafería como objetivo a recuperar por los yihadistas fue uno de los muchos avisos, como la detención hace dos años de un presunto yihadista en el barrio de Las Fuentes.


Los horrores de Al Qaeda podrían quedarse cortos si la expansión de ese autoproclamado Estado Islámico continúa. Un ejército formado por "combatientes muy radicalizados, violentos, motivados, cohesionados, disciplinados y muy bien armados, que por ahora solo ejercen control territorial en parte de Siria e Iraq, pero que ha establecido vínculos con Yemen, Libia, Egipto, Argelia... y que se han aliado con el grupo islamista Boko Haram, en Nigeria", explica Francisco Rubio Damián, coronel aragonés del Ejército de Tierra y doctor en Sociología y máster en seguridad global y defensa en la Universidad de Zaragoza. Tienen un objetivo, establecer un califato que abarque todos los antiguos domingos árabes, incluido el mítico Al-Andalus (España y Portugal) o el Imperio Otomano (actuales Grecia, Bulgaria o exYugoslavia). De apenas 800 miembros en 2013 han pasado a más de 50.000 efectivos en 2015, y su proclama es clara:"Renovamos nuestra llamada a los ‘muyahidines’ en Europa y en cualquier otro lugar para atacar a los cruzados en su propia tierra y allá donde se encuentren", comunicaron tras la matanza de Al Qaeda contra los periodistas de ‘Charlie Hebdo’. Es una propaganda que viaja a miles de kilómetros, directa a los jóvenes de occidente.


En el avispero persa


La creciente presencia mediática de ese nuevo ejército islamista se traduce en una nomenclatura muy cambiante. Primero se los llamó ISIS (siglas en inglés para el Estado Islámico de Iraq y Siria) para después denominarlos Estado Islámico. Su nombre occidental es ahora DAESH, un acrónimo que irrita sobremanera a los yihadistas, porque las siglas suenan idénticas a términos peyorativos que aluden a ‘el que aplasta algo bajos sus pies’ y ‘el que siembra la discordia’. Por eso amenazan con cortar la lengua si escuchan a alguien usar ese nombre, y por eso apalearon públicamente a un niño en Anbar (Iraq) el 12 de febrero,, tras ser acusado de utilizar la nomenclatura prohibida.


¿De dónde ha surgido DAESH, qué ha movido a miles de personas a unirse a un ejército que supera a Al Qaeda en brutalidad y odio?"El origen más inmediato está en la invasión de Iraq. El desmantelamiento total de la administración civil y el ejército iraquí llevó a muchos de sus miembros (suníes) a la insurgencia contra los invasores y contra las autoridades chiíes impuestas tras la invasión. La mayor parte de los líderes de DAESH proceden del ejército de Sadam Hussein", explica desde Zaragoza Javier Jiménez Olmos, coronel de Aviación en la reserva con experiencia en misiones internacionales de paz y OTAN, y doctor en Paz y Seguridad. "Muchos de esos militares suníes se enrolaron para luchar contra el régimen sirio de Al Asad, que es apoyado por chiíes, y formaron el Estado Islámico".


Por cada territorio logran el armamento. En su avance, se han hecho con media docena de pozos petrolíferos de los que extraen crudo para vender en el mercado negro. "A su paso por Iraq se fueron incautando de armamento y material del Ejército. Además, tras el asedio a la ciudad de Mosul, tomaron grandes cantidades de dinero procedentes de los bancos. Pero el problema es el resto de la financiación, que según fuentes alemanas podría venir del Consejo de Cooperación del Golfo (agrupación de los países Baréin, Kuwait, Omán, Catar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos), implicado en el derrocamiento del régimen sirio", indica el geopolítico aragonés Jorge Garris Mozota, profesor en la Fundación de Estudios Estratégicos e Internacionales. "Obtienen grandes ingresos por la venta de crudo, así como por las extorsiones e impuestos recibidos de autoridades locales. Exportan cerca de 9.000 barriles de petróleo al día, que entran por la frontera de Turquía mediante intermediarios kurdos".


La atrocidad glorificada

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De no haber sido por su impactante campaña propagandística, la violencia de DAESH hubiera quedado difuminada, de igual manera que las decenas de muertos diarios por atentados terroristas en Iraq han sido obviadas por los medios occidentales en los últimos diez años. Pero DAESH cuenta con las redes sociales e Internet como aliados, y fue gracias a un vídeo grabado en HD y realizado a modo de vídeoclip cuando se popularizaron en todo el mundo. Fue el 3 de febrero, cuando Occidente vió al piloto jordano Muaz Kasabeh morir abrasado en una jaula. "Buscan, empleando técnicas y procedimientos de grabación acordes con la mentalidad occidental, presentar sus atrocidades a modo de ‘reality show’, ya que la mayor parte de la población occidental está educada y acostumbrada a la violencia ‘placentera’. Además, intentan mostrar que controlan la vida de los demás y que envueltos en la aureola de la protección del islam gozan de privilegio para juzgar y negar la vida a los no creyentes", destaca Jorge Garris. En opinión de Jiménez Olmos, "la propaganda es muy sofisticada, y está dirigida a hacer sentir a los individuos que su causa tiene un fin superior y que la violencia está justificada para ese fin".


Pilotos abrasados, rehenes degollados, niños que ejecutan a prisioneros... Causaron también gran impacto las imágenes de homosexuales arrojados al vacío desde edificios en Siria en enero, la ejecución del británico David Haynes el pasado año... Una propaganda que combinan con otra dirigida a jóvenes de todo el mundo para que se unan a sus filas en Siria e Iraq. Vídeos que destacan por un diseño muy cuidado y donde se desgrana el mensaje humanitario de construir un califato que describen como una paraíso. "Ofrecen la esperanza de una vida mejor –dice Jiménez Olmos–, todo a través de discursos emotivos en los que la manipulación de la religión es factor clave". Se calcula que unos 20.000 extranjeros han cruzado la frontera turca para unirse a DAESH, 3.400 proceden de países occidentales. Se cree que unos 50 han viajado desde España. "Nos consta que entre ellos hay españoles. En realidad, no existe un perfil determinado de quienes se han marchado para combatir en ese Ejército –indican desde la Policía Nacional en Zaragoza–. El fanatismo no entiende de edades ni nacionalidades". El resto del ejército lo forman los apoyos populares de la cantera iraquí sunnita, a parte de la siria. "En los territorios que ocupan, se aseguran de la ‘lealtad’ de la población a cambio de abastecimiento de productos de primera necesidad y bajo la amenaza de crueles represalias", incide Garris. Y los tentáculos de DAESH se hacen más y más largos, gracias a la colaboración con otros grupos terroristas han alcanzado el corazón de África, avanzan por Pakistán y Afganistán y llegan a Indonesia.


Mientras, un sector de la población se pregunta qué se está haciendo para frenarlos, por qué la comunidad internacional ha sido presta para luchar contra Al Qaeda pero tan remisa con este nuevo ejército. Según Francisco Rubio, "a DAESH solo se le puede vencer en su propio territorio, es imposible cortarle la financiación e impensable llegar a un acuerdo. La comunidad internacional está haciendo mucho, pero los combates son sobre el terreno y los llevan los propios países afectados. Pero se está haciendo mucho, y pagando un alto precio económico y humano".