Un triunfo de oro. Eso es lo que consiguió ayer el Villanueva en el último partido de la jornada 32, jornada que se ha disputado a lo largo de la Semana Santa, desde el Jueves Santo hasta ayer. El conjunto de Antonio Venegas confirmó la buena racha que atraviesa con una victoria frente a un rival directo en la lucha por la permanencia como es el Santa Isabel. Los puntos en juego en el Enrique Porta valían el ser o no ser en Tercera División la temporada próxima, sobre todo para el equipo que saliera derrotado más que para el que terminara ganando. El Villanueva, la cara, mantiene las opciones intactas de permanencia, mientras que el Santa Isabel, la cruz, apenas tiene ya margen de error.

Y eso que el Santa Isabel fue el que más quiso proponer sobre el césped. En un partido marcado por la tensión por lo que había en juego en el que predominaron las imprecisiones, los nervios, la poca continuidad en el juego y la ausencia de jugadas brillantes en ataque, el equipo de Yvo Serrano tuvo más el balón en su poder, pero no aprovechó las ocasiones que tuvo a su favor. Sí lo hizo el Villanueva en la única que tuvo clara. Ortiz mandó un balón largo a la espalda de la defensa y Pablo Benegas no perdonó. Corría la media hora del primer tiempo.

Pero el partido comenzó con dos llegadas de mucho peligro para el Santa Isabel. Dos errores defensivos de la defensa azulgrana provocaron dos jugadas de mano a mano que los atacantes del cuadro visitante no supieron materializar en gol. La portería defendida por Ortiz se les hizo pequeña y acabaron mandando el balón por encima del larguero.

Eran los primeros compases de un encuentro que a partir de entonces transcurrió sin alteraciones destacables. Así fue hasta que el delantero Pablo Benegas recogió un despeje en largo de su portero para poner al Villanueva en ventaja. El tramo que precedió al descanso tampoco será recordado en el Enrique Porta, aunque quizás sí por el Santa Isabel, que reclamó un penalti en los últimos minutos, pero Ramo Andrés no vio acción sancionable.

En la segunda parte el Santa Isabel se adueñó del balón con el permiso de Villanueva, que ya no estaba para florituras y decidió guardar la ropa. Pero los de Yvo Serrano no hallaron la fórmula para derribar la muralla defensiva azulgrana. No tuvo fruto el mucho esfuerzo que invirtieron.

Los balones colgados infligían poco daño en la retaguardia capitaneada por los centrales Villar y Marcén, aunque pudo empatar en una acción que desbarató Ortiz a falta de diez minutos para el final. En el 85, Edu Vicente pudo sentenciar para los locales, pero el resultado ya no se movió. El Villanueva sigue respirando mientras que el Santa Isabel se queda en coma.