Messi se apunta al reto de Vigo

El Celta, que le ganó en la primera vuelta, primer obstáculo en la carrera final del equipo de Luis Enrique hacia el título.

Leo Messi, durante el entrenamiento de ayer en la Ciudad Deportiva Joan Gamper.
Leo Messi, durante el entrenamiento de ayer en la Ciudad Deportiva Joan Gamper.
Andreu Dalmau /EFE

Dicen los amantes de las estadísticas que los equipos que ha entrenado Luis Enrique (Barça B, Roma y Celta) acabaron las temporadas mejor de cómo las comenzaron. Si se cumple esa tendencia esta temporada, el Barça, líder de la Liga con cuatro puntos sobre el Real Madrid tras la victoria en el clásico (2-1), tendrá muchas opciones de conquistar el título porque arranca el tramo final del curso, con ya sólo diez partidos por delante. Para eso debe ganar en Balaídos superando varias trampas. No sólo es un estadio donde el Barça sufre históricamente para ganar (19 victorias, 13 empates y 16 derrotas en 48 visitas, aunque no pierde desde la campaña 2003-04). El Celta ya sorprendió en la primera vuelta en el Camp Nou (0-1) y siempre es una incógnita saber cómo reacciona el conjunto culé tras un parón liguero por el compromiso de las selecciones. Messi, además, aunque será titular, anda renqueante por ese doloroso golpe en el pie derecho que le impidió jugar los dos amistosos de Argentina sin librarse del viaje a Estados Unidos.


"Yo también espero que acabemos mejor. Hay un proceso de llegada a un club. Las ideas no se transmiten en diez horas o en diez partidos. Los equipos van rindiendo conforme pasan los meses, pero no hay una fórmula secreta. Lo que sí intentamos es controlar lo que hacemos y por qué lo hacemos", explicó Luis Enrique, refiriéndose, sin citarlo, a las rotaciones tan criticadas algunas veces, pero que pueden haber logrado que muchos jugadores lleguen con menos carga de partidos al gran momento.


El técnico del Barça tiene claro que Messi saldrá de inicio: "Está acostumbrado a recibir golpes y se encuentra en perfectas condiciones. Ha entrenado los dos días y sin ningún problema. Está a disposición". Sabe que necesita al argentino ante un equipo que le ganó en la primera vuelta. "Si analizamos cómo fue la derrota, no estamos más en guardia, la verdad. Fuimos claramente superiores, pero el resultado reflejó otra cosa. Esto es fútbol y a veces pasa. Nosotros lo que hacemos antes de cada partido es mostrar a los jugadores cómo es cada equipo, sus virtudes", recordó de aquel encuentro ante el equipo que entrenó la pasada temporada: "Estar en el Celta significó muchas cosas, y todas positivas. Fue conocer un club con filosofía de buen fútbol, de tirar de cantera. Es un grupo muy especial para mí y tengo ganas de volver, aunque sea como entrenador visitante. Será especial".


No podrán jugar el sancionado Mascherano ni los lesionados Alba (cayó para diez días con la selección) y Vermaelen, mientras que Douglas y Masip son descartes por decisión técnica. Luis Enrique avisó que queda mucho trabajo por hacer compitiendo por los tres títulos y con partidos cada tres días: "Si nos basamos en lo sucedido la temporada pasada, quedan muchos partidos. Ninguno va a ser fácil y se acrecienta esa dificultad al ir todos los equipos más necesitados. Creo que nadie va a hacer el pleno de puntos".


El Celta, en la zona cómoda, sin peligro aparente de descenso y pocas aspiraciones europeas, busca estímulos como volver a derrotar al potente Barça. "Esa es la ilusión que nos mueve, la que nos estimula para enfrentarlos. No descubro nada diciendo que nos vamos a medir a un grandísimo equipo, que va líder, así que todos los condimentos para vencerlos aumentan", reconoció Berizzo, técnico de un equipo que tiene la baja por lesión del exazulgrana Planas.