Metiendo quinta...

El Real Zaragoza busca en Sabadell, en casa del colista, enlazar cinco victorias seguidas y dar un nuevo acelerón en la clasificación.

Jesús Vallejo, ayer, antes de subirse al autobús rumbo a Sabadell.
Metiendo quinta...
Aránzazu Navarro

El Real Zaragoza ha encendido la navegación de crucero, pero en su carrera hacia la cabeza de la tabla se detecta que el equipo aún no ha alcanzado toda su punta de velocidad. Para asegurase en los puestos de promoción y seguir limando la desventaja con los mejores prototipos de la clasificación, al Zaragoza aún le falta propulsarse por completo, con un calendario tan favorable a medio plazo que huele a queroseno y con varios duelos directos entre los rivales principales por el ascenso en las próximas jornadas. En definitiva, al Zaragoza de Ranko Popovic aún le falta meter quinta, la quinta victoria consecutiva de su actual serial de triunfos. Un ciclo victorioso que arrancó contra el Leganés, continuó frente al Recreativo, lo alimentó una tarde de juego vibrante con el Barcelona B y lo enriqueció una multivitamínico triunfo en el campo de Osasuna. Hoy, el calendario pone a los aragoneses en Sabadell, en casa del colista. La victoria es el único idioma posible en el que puede hablar el Zaragoza esta tarde en la emblemática Creu Alta si quiere consolidar su renacido papel de aspirante al ascenso.


El partido, no obstante, es de esos que suele cargar el diablo. Hablaba Popovic el viernes de las precauciones eufóricas que debían tomarse. Por un lado, el Zaragoza llega a Sabadell como un misil, de juego y de emociones. Ese exceso de entusiasmo corre el riesgo de convertirse en un disparo en el pie si no se gestionan bien la concentración y la realidad del grupo. También engaña el Sabadell, un conjunto con la mitad de puntos que los aragoneses (20 por 40), fondeado en la última plaza de la clasificación, a cinco de la permanencia y con una única victoria (frente al colapsado Recreativo de Huelva) en las últimas 13 jornadas. Sin embargo, en casa, en la Nova Creu Alta, durante este periodo crítico, el Sabadell le ha parado los pies a Valladolid, Las Palmas y Sporting de Gijón. Ninguno de esos aristócratas de la Segunda División consiguieron ganar al famélico Sabadell en su estadio en fechas recientes. Además, el club arlequinado acaba de cambiar de entrenador, relevando Juan Carlos Mandiá a Álex García. Estos cambios siempre introducen un elemento de incertidumbre en el trabajo preparatorio del técnico rival, en este caso Ranko Popovic, que, aunque no pierde las referencias generales del oponente, sí se le alteran algunos aspectos más concretos sobre el modelo de juego, las intenciones y mecanismos internos del rival. El Sabadell venía sellado por entrenadores de la escuela barcelonesa, como Olmo o Álex García, defensores de un fútbol de posesión, bien combinado, dinámico... Es evidente que nada ha funcionado.


En todo caso, el Zaragoza es el favorito y la victoria es su único argumento de salida en el partido de esta tarde. Ranko Popovic recupera a Diego Rico y Javi Álamo, aunque todo apunta que ambos esperaran en el banquillo. De este modo, el técnico serbio repetirá la alineación que salió a ganarle a Osasuna el martes, con Vallejo y Mario de centrales y Cabrera en el lateral izquierdo, más Ruiz de Galarreta como mediapunta y Eldin en la banda derecha. El resto del equipo guardará las esencias del Zaragoza que se ha alzado a su mejor momento de la temporada, con Borja Bastón de dinamitero, Pedro Sánchez de imprevisible inventor, Bono de guardián y Basha de sabueso recuperador de balones. Como ya ha asimilado el Zaragoza en la identidad de su juego, la capacidad de su línea de mediapuntas para producir y lanzar el fútbol será una de las claves del partido contra un rival frágil en el centro del campo, echando en falta a Longás y en el que hoy son bajas el medio Antonio Hidalgo y el central Kiko Olivas. En el Sabadell, el peligro lo portan el veloz Collantes en el extremos derecho y el ariete mexicano Anibal Zurdo.


Para el partido, Ranko Popovic perdió a última hora a Whalley, quien arrastraba molestias musculares desde el entrenamiento del pasado jueves. Alcolea entró en la citación, lo mismo que Diego Suárez. A falta de Rubén y Jaime, los demás serán los mismos que han subido al Zaragoza a un bólido... al que aún le falta meter la quinta marcha. La buena.