La gama 'Slow Baking' representa ya el 20% de las ventas de Panishop

La firma de la familia Rébola lanza al mercado el pan sarraceno, único en el mercado, de lenta elaboración y características nutricionales "excepcionales".

La apuesta por la calidad, por productos diferenciados, elaborados con el mimo y lentitud de los obradores de antaño, está dando sus frutos en Panishop. Su gama de panes ‘Slow Baking’, una innovación que se caracteriza por la utilización de masas madres de cultivo, largos procesos fermentativos y la carencia total de aditivos, se va abriendo paso en los mercados y ya supone el 20% de las ventas de panadería de la empresa dirigida por la familia Rébola. "Y lo vamos a superar", aseguró ayer su director de I+D, Jorge Pastor, que acompañado por el director comercial, José Rébola, y el director, Mario Moreno, presentó el nuevo producto de esta gama –y ya van 13–, el pan sarraceno.Treinta horas de elaboración


Elaborado con bagazo de cerveza (subproducto de la industria cervecera) y trigo sarraceno (llamado así aunque no es un cereal sino una planta herbácea originaria de Asia Central), en su elaboración, en la que se utiliza masa madre de cultivo, se invierten 30 horas, un lento proceso con el que se consigue un producto más sensorial, más sano y digestivo y con mayor y mejor conservación, explicó Pastor. Sus ingredientes consiguen además que este pan tenga un mínimo contenido de gluten, un nulo índice glucémico (azúcar), pero mucha fibra, es decir, "unas excepcionales características nutricionales", detalló Pastor, que reveló que dicho pan contine la mitad de sal que un pan normal "sin perder un ápice de sabor".


El pan sarraceno, como los otros doce que completan, por ahora, la gama ‘Slow Baking’, es "hijo de la política y la apuesta de la empresa por la investigación y el desarrollo, la respuesta al desafío de las pymes para competir con la grandes industrias", señaló Pastor. Y aunque reconoció que más de la mitad de los consumidores compran "por precio", estos productos ‘premiun’, de alta calidad y mayor coste, se están abriendo un mercado nuevo, el que apuesta por la salud, "que además genera mucha fidelización".Poner el foco en Madrid


Aunque los responsables de la empresa reconocieron que su apuesta por la diferenciación y la calidad ha sido arriesgada, insistieron en que el camino que las medianas empresas panaderas como Panishop tienen que tomar para sobrevivir no es otro que "la innovación y la diferenciación" y no solo en la presentación de los productos sino también en los aspectos saludables y nutricionales.


Aunque sus panes ‘premium’ avanzan en su facturación, aseguran que a falta de cerrar totalmente los resultados –que se conocerán en las próximas semanas–, no esperan un incremento muy significativo respecto al conseguido el pasado año, cuando sus ventas sumaron alrededor de unos 25 millones en 2013.


Pese a todo no renuncian a continuar su proceso de crecimiento, especialmente en lo que a apertura de nuevos locales se refiere. Una expansión que tiene la mirada puesta en Madrid. Panishop tiene allí 10 tiendas –la compañía cuenta con 40 establecimientos en total, 15 propios y 25 franquiciados–, pero su reto es conseguir que la compañía aragonesa cuente con hasta 50 establecimientos en la comunidad madrileña, explicó el director de Panishop. "Es la cifra de tiendas que nos gustaría tener en Madrid", matizó el director de la compañía, que actualmente emplea a 350 trabajadores (directos e indirectos. Moreno reconoció, sin embargo, que no se han fijado un horizante para lograr dicho objetivo.