Los historiadores dicen que el XVIII fue el último gran siglo aragonés.
El siglo que comienza en 1700 será un desfile de ilustres aragoneses, importantes en todos los ambitos de la vida española.
El siglo XVIII fue el último gran siglo aragonés,eso dicen los historiadores; y a juzgar por el número de ilustres aragoneses que dejaron su huella en él, no les falta razón. Muchos de ellos, personajes importantes de la vida española, hombres de confianza de los reyes de la Casa de Borbón, como Pedro Abarca de Bolea, X Conde de Aranda, general y ministro, hombre ilustrado y emprendedor preocupado por el progreso de su pueblo. Junto a él, el canónigo Ramón de Pignatelli, impulsor del Canal Imperial; Félix de Azara, brillante naturalista y científico; el literato Ignacio Luzán, que estableció las normas de la literatura neoclásica española; los periodistas Nipho y Salafranca, interesados por los temas científicos y la divulgación de las novedades técnicas; el médico Andrés Piquer; historiadores y eruditos como Latassa e Ignacio Jordán de Asso; militares como el general Ricardos, que llegó a conquistar el Rosellón a los franceses... Y, de entre todos, el gran Francisco de Goya y Lucientes en la imagen, pintor de pintores y genio universal, que nació en Fuendetodos (Zaragoza), en 1746.
