Cada año llegan a Aragón menos niños procedentes de otros países. Esta tendencia que comenzó a materializarse en 2011, lleva siendo la realidad con la que se encuentran los matrimonios que deciden adoptar a un niño de otro país. Mientras que hace diez años se alcanzaron los 212 procesos, en la actualidad solo se registran una treintena al año.

En concreto, ni siquiera acumulando los tres últimos años se consigue llegar a las cifras de 2011 (89 adopciones), cuando comenzó el declive. Prueba de ello es que, según los datos del departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia del Gobierno de Aragón, en 2014 se realizaron 27 adopciones internacionales, 11 menos que el año anterior. "Hay mucha gente que deja el procedimiento a medias porque se cansan de esperar", explica María Ángeles Amoros, presidenta de la Entidad Colaboradora en la Adopción Internacional (ECAI) FEYDA.

Cada país ha ido poniendo progresivamente sus trabas, con lo que se han dificultado todos los trámites para la adopción. “Desde que Evo Morales llegó al poder en Bolivia no hemos traído a ningún niño y es ahora cuando parece que se van a volver a hacer adopciones”, ejemplifica Amoros. Lo mismo ocurre con Etiopía, que ha ralentizado las adopciones. “Están intentando tener más control como por ejemplo buscando a los padres del menor antes de darlo por abandonado y, aunque es positivo, retrasa el procedimiento”, subraya.

El coste que supone adoptar a un niño de otro país se suma al resto de problemas. “Han visto que es una manera de conseguir dinero, por lo que si adoptar en Etiopía costaba 8.000 euros, ahora ha ascendido a 18.000”, sostiene Amoros. Al mismo tiempo recalca que al tardar más de dos años en hacer efectiva la adopción, se tienen que renovar papeles y volver a pagar.

Esta reducción de adopciones también se ha materializado en el número de solicitudes, que lleva más de cuatro años cayendo sin ninguna limitación. Si en 2011 había más de 110 peticiones de adopciones internacionales, en 2014 esta cifra se ha reducido hasta 58, el número más bajo registrado en la última década.

No obstante, esta bajada de solicitudes ha tenido como contrapartida una disminución del tiempo que se tarda en llevar a cabo todo el papeleo. En solo tres años, el plazo medio ha descendido en poco más de un mes, pasando de los 5,6 que se tardaba en 2012 a los 4,54 que costó el año pasado.

Un futuro incierto

La tendencia a la baja en el número de adopciones puede cambiar con las últimas decisiones adoptadas por el Gobierno ruso. Años atrás, Putín decidió que no iba a permitir que se adoptaran niños rusos por parejas homosexuales o por familias monoparentales en aquellos países en los que existiera el matrimonio entre personas del mismo sexo. Ahora, el nuevo acuerdo firmado con España permite la adopción de niños rusos por parejas heterosexuales.

Otro de los factores que puede provocar cambios es la decisión del Gobierno de ser el encargado de tramitar las adopciones internacionales. El anteproyecto de Ley de Protección a la Infancia, impulsado por el PP, incluye este cambio en la gestión y se prevé que esté listo antes de que termine la legislatura. “Es algo positivo porque cada Comunidad Autónoma tenía unos criterios y, de este modo, todas las familias estarán en igualdad de condiciones y además, no afectará ni al número de adopciones ni a la velocidad en la que se tramitan”, destaca Amoros.

Algunas ECAIs dejan su sede de Aragón

La mayoría de las adopciones internacionales que se llevan a cabo se hacen a través de las ECAIs. En la comunidad aragonesa hay varias que gestionan este tipo de adopciones, pero en los últimos años, algunas han decidido dejar de tener sede física en Aragón. Tanto la Asociación Española de Atención y Apoyo a Familia y Adopción (ASEFA) como la Asociación para el Cuidado de la Infancia (ACI) se encuentran en esta situación. Sin embargo, tal y como ellos mismos afirman y como aseguran desde la DGA, “siguen tramitando adopciones a través de consultas telefónica o en la sede central en Madrid”.

La acogida temporal e individual tampoco despega

La acogida individual ha sufrido el mismo traspiés que la adopción. Durante los últimos tiempos, el número de niños que han sido acogidos por familias aragonesas ha descendido ligeramente, pasando de los 65 que se acogieron en 2011 a los 33 que se hicieron este año. Lo que no ha variado ha sido el país de origen de estos pequeños: la gran mayoría proceden del Sáhara(15) y Ucrania (13). Por su parte, Brasil, Colombia, Ghana, India y Perú solo tuvieron una acogida individual cada uno de ellos.

Pasar el verano o las navidades fuera de casa también es una opción que va en declive. Aunque su reducción ha sido más paulatino y todavía se observan grandes cifras, cada año llegan menos niños a pasar unos meses en Aragón. En concreto, durante el último año solo han venido 268, la gran mayoría de ellos del Sáhara, a pesar de que los únicos que vienen tanto en verano como en Navidad lo hacen desde Ucrania.