Sabiñánigo, campeón de invierno

La capital serrablesa estuvo cinco días seguidos en el ‘top ten’ de municipios españoles con las temperaturas más bajas del país durante la reciente ola de frío pese a estar a ‘solo’ 780 metros de altitud.

"Aquí se dice que tenemos dos estaciones, la del tren y la del invierno porque en cualquier momento puede llegar el frío". Jesús Lasierra, alcalde de Sabiñánigo, alude a este dicho popular para explicar por qué esta localidad de 10.000 habitantes estuvo durante cinco días seguidos en el top ten de los municipios con las temperaturas más bajas del país durante la reciente ola de frío. Incluso el sábado 7 de febrero los termómetros se desplomaron hasta los 13,2 bajo cero, lo que le aupó ese día al primer puesto del ranquin nacional, por delante de los -12,8 de Naut Arán (Lérida), los -12,7 de Hecho, los

-12,4 de Navascués (Navarra), los -12,1 de Biescas y los -11,8 de Jaca.


Con todo, ese registro queda lejos de los 31 bajo cero que, según algunas fuentes, se llegaron a alcanzar el 1 de febrero de 1954. Esta cifra sería el récord histórico de frío en un municipio español pero no consta en los archivos de la Agencia Estatal de Meteorología, que sitúa el récord en los 30 bajo cero que tuvo Calamocha (Teruel) el 17 de diciembre de 1963. Según la Aemet, la mínima histórica de la provincia la tiene Sallent de Gállego con -21 grados.Tardía despedida de la ola de frío

Rafael Requena, delegado en Aragón de la Aemet, atribuye las bajas temperaturas contabilizadas esta última semana en Sabiñánigo (las mínimas oscilaron durante los cinco días entre los -9,9 y los - 13,2) a que el norte de la provincia de Huesca fue la última parte de Aragón que mantuvo la ola de frío y a que los cielos estaban despejados "lo cual fue fundamental porque sino se hubiera llevado la palma Teruel, donde sí había un poco de nubosidad por lo que las temperaturas no bajaron tanto".


Otra de las causas que motivaron ese desplome térmico fue el fenómeno de la ‘inversión térmica’. "Cuando hay un fuerte anticiclón que da estabilidad, como ocurrió esos días, el aire frío se acumula junto al suelo y la temperatura en lugar de disminuir con la altura, va aumentando. En casos destacados, esta inversión puede ser tan pronunciada que localidades que estén a 600 o 700 metros –Sabiñánigo se encuentra a 780– tengan temperaturas más bajas que otras que haya a más de 1.000 metros. De hecho, esos días se dieron 3 bajo cero en localidades como Canfranc, Benasque o Torla, que superan esa altitud", explica Requena. Aun así, asegura que las mínimas récords de aquellos días se registraron en refugios de montaña como Pineta o Lizara, a unos 1.500 metros, donde cayeron hasta los 17 bajo cero.


Los -13,2 registrados por la Aemet en Sabiñánigo es la temperatura más baja que se ha dado en esta localidad en los diez últimos años, según los datos de la estación meteorológica que tiene José Miguel Bitrián desde 1986 y que publica en webs especializadas como meteoclimatics.net y climaynievepirineos.com.


Según sus registros, la capital serrablesa alcanzó los 15 bajo cero en 2005. Muy cerca también se quedaron los -13 de 2009, los -12,4 de 2007 y los -11 de 2010 y 2011. En 2014, sin embargo, la mínima de todo el año solo bajó hasta los -7,1.


Su estación, situada en la confluencia de los ríos Gállego y Tulivana, recogió el día 7 una temperatura de -13,8, cinco décimas menos que la Aemet, "porque depende de dónde estén situadas las estaciones, puede haber una variación de hasta un grado", justifica. En su caso, la mínima récord la registró en 1986 con -16. En estos años también se han dado -13,5 en 2001 y -13 en 1987 y 1997."Era la lengua de un glaciar"

"Hay días muy despejados que en Monrepós (1.265 metros) puedes estar a 10 grados y aquí a bajo cero porque estamos en un fondo de valle donde se deposita todo el frío cuando hay un anticiclón. Además, esta zona era una lengua de un glaciar hace millones de años con lo cual algo tendrá que ver", opina Bitrián.


Ramón Galindo, auxiliar de investigación del Instituto Pirenaico de Ecología, ya jubilado, también es aficionado a la meteorología y tiene su propia estación en Jaca. Él también achaca la repetición de bajas temperaturas de Sabiñánigo a su situación geográfica. "Está en el fondo del valle de Tena y junto al río Gállego y en noches despejadas con anticiclón donde no se mueve nada, la masa de aire frío de las montañas del norte se deposita allí. Jaca también está al final de un valle y junto a los ríos Aragón y Gas, pero la diferencia es que está sobre una pequeña meseta", señala.


Pese a las persistentes heladas de esta última semana, el alcalde de Sabiñánigo asegura que no se produjeron incidencias de importancia salvo la acumulación de hielo en tejados, calles y aceras que atendieron las brigadas municipales echando sal, así como algún reventón "porque aquí la mayoría de las tuberías ya están protegidas para que no se hielen". Jesús Lasierra destaca, no obstante, que pese a las bajísimas temperaturas que se suelen repetir cada pocos años "es una sensación extraña porque al ser un frío seco, aunque estés paseando a 10 o 11 grados bajo cero, si vas abrigado se aguanta".