"La ficción es difícil porque si te pasas de real no te creen"

Liliana Torres
Directora de cine

"La ficción es difícil porque si te pasas de real no te creen", Torres
"La ficción es difícil porque si te pasas de real no te creen"
Guillermo Mestre

¿Qué es para usted un día de cine?

Para mí ha cambiado mucho en los últimos años. Antes de ir a la universidad, era ir a ver una película o comentarla con los amigos. Después, se ha convertido desde eso a un día de trabajo completo o una charla sobre un guión en marcha.


El pasado fin de semana se entregaron los Goya. Estrenar película ¿es hoy suficiente galardón?

No debería, pero sí, es suficiente.


¿Qué ve usted cuando va al cine?

Casi de todo. Desde ‘El hobbit’ hasta ‘La momia’. Menos las grandes películas de acción, me lo trago prácticamente todo.


Y ¿qué ve usted en el cine, para que quiera dedicarse a ello?

Todos buscamos de una forma u otra el sentido de nuestra vida. Y yo lo descubro en gran manera viendo la realidad y extrayendo de ella lo que considero que me da sentido. Y para mí el cine es eso: capturar la realidad, transformar ese sentido y transmitirlo en forma de mensaje.


Su primera película se llamó ‘Family tour’. ¿Qué recuerda de todo aquel viaje?

Recuerdo mucha magia y energía... Parece increíble que nuestro castillo de naipes sin presupuesto no se cayera. Creo que, si sientes que tienes que hacer algo, se alinean los astros y se puede hacer.


Y eso que trabajó con su propia familia...

¡Es la mejor manera de reconciliarse! Yo lo hice y no hubo problemas, sino emociones. Como todo se trató desde la vulnerabilidad, no había lugar a la ofensa. Hubo regañinas de mis tías, pero nunca ningún conflicto serio.


Cuando dice ¡acción!, ¿entra usted en acción o en prevención?

En acción. Te mueves. Todo lo que pasa en el plano lo estás controlando.


Y cuando grita ¡corten!, ¿se relaja?

Sí. Grabes en vídeo o filmes en cine, ese momento mágico de la acción y el corte en el que nada se detiene pero todo está detenido es mucha tensión, pero mucha magia.


Cuando dijo en casa lo de «quiero ser artista», ¿dejó a su familia muy cortada?

No, me dijeron que ya se veía venir...


Pero ¿en plan positivo?

¡Nunca lo he sabido! Creo que lo ven positivo porque me ven feliz, pero negativo porque es una ola económicamente...


Usted también ha hecho documentales, ¿es la realidad más complicada que la ficción?

Es igual de complicada. La ficción tiene un punto difícil: que si te pasas de real a veces no te

creen. En ese sentido, creo que es más difícil.


También ha sido guionista y productora. ¿Qué guión le queda por escribir al cine español?

¡Millones! ¡Cada día nace uno!


Me refiero a una historia en concreto.

Pues, por ejemplo, algo que veo cuando voy en un cercanías, a todas estas generaciones que son perfectamente españoles y perfectamente magrebíes. Esa mezcla de la ruptura con su cultura y la integración en esta provoca unos adolescente con una rebeldía extraña.


Por cierto, ¿cuándo dejará de ser ‘cine español’ una etiqueta? Si es que lo es...

Las etiquetas por un lado son malas, porque nada se puede reducir a una etiqueta. Pero, por otro lado, hay tanta oferta, tanta cantidad de cosas que ver y que escuchar y que leer, que no me sienta mal que haya una etiqueta que se llame cine español. Lo que sí creo es que la valoramos mal. El cine español es tan válido como el americano, y nadie cree que decir ‘cine americano’ sea negativo.


Enseñó su trabajo en Zaragoza a escolares de Secundaria. ¿Son más difíciles los alumnos o los actores?

Ninguno de los dos. Es muy difícil que un humano no entienda a un humano, aunque haya neurosis de por medio.