Salir al exterior para formarse y obtener una experiencia profesional. Es decir, emigrar en busca de oportunidades. Esa es la recomendación que el Rey ofreció ayer a los jóvenes como apuesta para su futuro. Felipe VI explicó durante la puesta de largo de la Cámara de Comercio de España que "no solo las empresas deben internacionalizarse" sino también los jóvenes. La afirmación del monarca viene a reconocer implícitamente el panorama desolador existente en el país para un colectivo con una tasa de desempleo del 51% –el más elevado de Europa, solo superado por Grecia– y en el que uno de cada tres titulados universitarios tiene un trabajo por debajo de su cualificación, lo que también supone encabezar el ranquin comunitario en este apartado, según la OCDE.

"Nuestros jóvenes graduados tienen que ser capaces de trabajar en idiomas extranjeros y para ello es muy valioso contar con una experiencia educativa y laboral internacional" aseguró el Rey en su discurso. Una solución que muchos ya han tomado. De hecho, desde que estalló la crisis 61.000 jóvenes españoles de entre 20 y 29 años han emigrado al extranjero, según datos del INE.

Una emigración que se ha acrecentado cada año según se agudizaba la intensidad del paro. Así, el número de jóvenes que abandonaron España en 2013 (12.761 personas) fue un 90% superior a quienes lo hicieron en 2008 (6.726). Y en el primer semestre de 2014 (últimos datos actualizados) la cifra ya era de 8.134. Una pérdida de talento por falta de oportunidades que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, calificó en su día de "movilidad exterior" y que este lunes el monarca definió como "saber considerar al mundo entero como ‘nuestro campo de acción’".

Lo cierto es que el 58% de los jóvenes españoles entre 18 y 30 años considera que las oportunidades de trabajo son mejores en el extranjero. Una cifra marcada por la imposibilidad de encontrar un empleo en España y que contrasta con el 21% de los alemanes, según una encuesta realizada hace dos meses por el Instituto para la Sociedad y las Comunicaciones de Vodafone.

Pero más allá de los jóvenes, el Rey también destacó ayer la importancia para las empresas de la internacionalización y la competitividad. Unos objetivos a los que deberá "contribuir" la Cámara de Comercio de España. "La Cámara nace con la misión de defender el interés general al estar representados los principales actores de la economía española" aseguró don Felipe durante la presentación oficial de esta nueva entidad que engloba 88 Cámaras territoriales y otras 36 Cámaras de Comercio en el exterior.

El monarca subrayó ante un auditorio repleto de empresarios y con pesos pesados como la presidenta del Santander, Ana Patricia Botín; el de Telefónica, César Alierta, o el presidente de la Cámara, José Luis Bonet, y con la presencia de los ministros de Economía, Fomento e Industria, el papel "vital" de las empresas para "reducir el elevado nivel de desempleo" y en la inversión e innovación tecnológica del país.