Del estudio de danza de Juan Vidal al infierno de Delfín
Veteranos y nuevos valores coincidieron ayer en la Fashion Week Madrid.
Juan Vidal (Elda, 1980) traduce el mundo de las bailarinas en una serie de vestidos confeccionados en terciopelo y sedas lavadas, en ocasiones decoradas con estampados de acuarela que otorgan un halo vintage. "¿Cómo salen a la calle las bailarinas?", se pregunta Vidal, que en su imaginario viste las damas de la danza más clásica con vestidos cortados al bies y otros drapeados, salvando las distancias, "inspirados en la costura de Madeleine Vionet".
Les garçons es la nueva colección del valenciano Francis Montesinos, que comenzó con propuestas unisex como ponchos, pantalones y faldas, a medio camino entre lo andrógino y étnico, en clara sintonía con las pasarelas internacionales.
Roberto Torretta presentó un trabajo repleto de cuero tratado en distintas formas, bien sea al aceite o grabado como estampado de piel de cocodrilo. La minifalda y la silueta en forma de A, sello de la casa, vuelven a vestir a la mujer, pero esta vez con tejidos rígidos como el vaquero y el satén.
De la mano de Moisés Nieto y David Delfín desfilaron la tragedia, el duelo, el luto y el peso de la culpa, presentes en las obras literarias de García Lorca y Dante.
David Delfín presentó Inferno, una colección "candado" que cierra una trilogía que comenzó con No one y continuó con El tiempo de los monstruos. En ella habla del dolor, pero también de esperanza. David Delfín se ha releído la literatura de Dante, ha revisado el filme Drácula de Francis Ford Coppola y ha conectado con el ritual y la estética del aikido, "arte marcial que no pretende destruir al contrario, sino neutralizarlo sin dolor", explicó David Delfín.