Vuelta a los orígenes
Pere Tomás, alero del CAI Zaragoza, se enfrentará mañana al Joventut (12.15), el equipo donde permaneció 10 temporadas
Pese a los contratiempos, el alero se despidió del Joventut sin ninguna animadversión. No hubo quejas, ni reproches, ni una sola expresión de resentimiento. Al contrario, Pere Tomás siempre ofrece un discurso conciliador: "Siempre será especial volver a Badalona. Ha sido mi casa y le debo mucho al club. Sin embargo, cuando comienzas a jugar, te olvidas de sentimentalismos y te empleas al máximo para ganar el encuentro", advierte el jugador, quien admite que el CAI está obligado a elevar sus prestaciones. "En Rusia, el pasado miércoles, está claro que no jugamos nuestro baloncesto habitual. Queremos recuperar sensaciones y rendir como lo veníamos haciendo en los últimos partidos", confiesa el alero.
De lo contrario, las opciones de victoria quedarán reducidas a la mínima expresión, y más aún cuando enfrente aguarda el Joventut, el equipo revelación de la presente campaña. "Son, sin duda, la gran sorpresa del año. Están jugando de una manera increíble, sin presión, todos muy unidos. Se trata de un partido muy complicado", explica Pere Tomás, quien, sin embargo, muestra el camino a seguir: "Para ganar en Badalona, necesitamos completar un choque muy serio atrás. Intentaremos que ellos no practiquen su baloncesto habitual, su juego rápido y de contragolpe. Además, tendremos que estar muy pendientes de su tiro exterior, porque ellos lanzan muchos triples", añade.
En el partido de la primera vuelta, la efectividad desde el perímetro resultó decisiva para la victoria de los catalanes (74-79). El Joventut anotó hasta 10 triples, mientras que los zaragozanos apenas anotaron cuatro. "Creo el choque lo perdimos nosotros, con nuestros errores en los últimos minutos. Aunque ahora no hay ningún ánimo de revancha, sí necesitamos ganar porque es un partido muy importante para el play off por el título. Si perdemos, ellos cogerían una ventaja considerable", insiste Pere Tomás, un jugador que, estadísticas al margen, siempre tiene una gran incidencia en los aspectos intangibles del juego.