Ana Juan o la perversidad de 'Snowhite'

El trabajo de Ana Juan es deslumbrante. Maneja muy bien los detalles oníricos, las atmósferas interiores y exteriores, los desnudos, los retratos de grupo, las masas...

Ana Juan o la perversidad de 'Snowhite'
Ana Juan o la perversidad de 'Snowhite'

Ana Juan (Valencia, 1961) siempre asume riesgos. Es intuitiva y original: acabamos de verlo con esa Torre Eiffel que acaba en lápiz rojo que ha dado la vuelta al mundo. En 2001 publicó en Italia ‘Snowhite’, su peculiar versión de ‘Blancanieves’, inspirada en los hermanos Grimm. Era un álbum apaisado donde demostraba el magnífico dominio del lápiz y del contraluz. Y así lo ha recuperado Edelvives. Por otra parte, no era la versión habitual de la narración: se convertía en sus manos en una historia perturbadora, terrible, sobre el egoísmo, la maldad y la violación. La historia de la niña ‘Snowhite’ arranca de modo trágico: su madre, que se pinchó con la aguja de su sombrero, no tardaría en morir. Su padre contrajo nupcias de nuevo, con otra bella mujer, pero no resistió los festejos de la boda. Snowhite se quedó al cuidado de su madrastra. El afán de la nueva Lady Hawthorn era ser la criatura más hermosa, y lo consigue durante algún tiempo. En su descenso a los infiernos, la protagonista conocerá los bosques del horror, los reales y los soñados.


El trabajo de Ana Juan es deslumbrante. Maneja muy bien los detalles oníricos, las atmósferas interiores y exteriores, los desnudos, los retratos de grupo, las masas, y es capaz de crear una historia nueva, seductora, inquietante, en cierto modo parece prepararnos para la llegada de algunas criaturas sombrías como los hermanos Dime o ese arrollador Mr. Prince. No es este, tal vez, un libro para menores ‘menores’ y su espíritu coincide en algunos aspectos con su trabajo para ‘Otra vuelta de tuerca’ (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores) de Henry James. Es tan subyugante la obra de Ana Juan, su aliento terrible o perverso, que bien podría pasarnos algo así: "Aquella inmóvil y enigmática belleza enloqueció a Mr. Prince". ¡Cuidado!