La estrella de Torres
En nueve días, el Niño ha ganado al Real Madrid y ha roto su maldición en el estadio Santiago Bernabéu. Después de una etapa gris en Italia, el goleador ha regresado por la puerta grande a España.
Después de cinco partidos como rojiblanco en el Bernabéu en el que siempre se había estrellado ante la portería del Madrid, por fin se estrenó Torres como goleador colchonero en terreno de los merengues. Respondió así con creces al entusiasmo y la ilusión que su fichaje (en principio en forma de cesión hasta 2016) han despertado entre la afición del Atlético, pese al lógico escepticismo de sus rivales. Como futbolista del Atlético de Madrid, hasta la tarde del jueves Torres solo le había marcado un gol al Madrid, hace casi ocho años, en el último derbi liguero disputado en el Calderón (1-1).
El miércoles anterior, en su reestreno con el Atlético, en la ida de octavos de Copa ante el odiado adversario, Torres pasó desapercibido y no acabó el partido ante unos aficionados que le idolatran. Sin embargo, el 2-0 de la ida en el Calderón y el hecho de que el delantero de Fuenlabrada también hubiese ganado al Real Madrid, con el Liverpool, en los dos partidos de octavos de final de la Champions de la temporada 2008-2009 (0-1 en el Bernabéu y 4-0 en Anfield, donde el Niño abrió el marcador), hacían presagiar que Torres viviría el jueves "un día para disfrutar", como él lo calificó.
"Ha sido un partido muy bonito, pero no es el día más feliz en el Atlético", advirtió sin embargo tras enterrar al Real Madrid antes de cumplirse los primeros minutos de ambos tiempos, donde el Niño, en colaboración con el francés Griezmann, se aprovechó de dos graves errores defensivos de los blancos, con Sergio Ramos y Pepe como grandes víctimas. El Atlético de Madrid necesitaba un 9 al estilo de Diego Costa que explotase su contragolpe y aprovechase los espacios y lo ha encontrado en el mito que no ha tardado en sentar a Mandzukic para los partidos de destruir y correr, aunque el croata se quedase fuera del choque del Bernabéu a causa de una fiebre.
Fernando Torres llegó al equipo rojiblanco para "sumar" y "aportar más variantes ofensivas", como reconoció Simeone, aparte del efecto psicológico que supone para el Atlético. Tras jugar casi una hora en la ida del Calderón y poco más de 20 minutos en el 3-1 del Camp Nou, le bastaron unos segundos para romper con su velocidad, una de las principales virtudes de este delantero siempre criticado por su falta de pegada. Ahora, además de temer al Atlético por su sacrificio colectivo, su solidez defensiva y su capacidad a balón parado, los rivales ya tienen motivos para preocuparse por el Niño y su conexión con Griezmann.
"Torres es un crack y es perfecto para el Atlético. A Simeone le gusta jugar al contraataque y él encaja perfectamente en el equipo y su sistema", reconoció ayer Pep Guardiola, técnico del que es uno de los favoritos para conquistar la Liga de Campeones (Bayern de Múnich), junto a un Real Madrid que sigue ofreciendo muchas dudas con su tridente Bale-Benzema-Cristiano contra rivales cerrados, y un Atlético que en eliminatorias es uno de los más poderosos del continente. Aunque Torres bromee con que está "al 200%", aún le queda recuperar la forma física, algo fundamental en este equipo de rompe y rasga en el que cualquier esfuerzo es poco. Pero tratándose de Torres, que ya prometió que se dejaría "todo y más por el Atlético", y de Simeone, que exige siempre máximo esfuerzo, la entrega está garantizada. El gol ya depende de su puntería.