​Los monegascos aclaman a sus pequeños príncipes

Alberto y su esposa, Charlene, más relajada de lo habitual, presentaron a sus mellizos.

Charlene y Alberto de Mónaco, el pasado miércoles, mostraron a sus hijos desde el balcón del palacio monegasco.
​Los monegascos aclaman a sus pequeños príncipes
Valery Hache/Afp

No todos los días se presenta en sociedad a un heredero del trono de Mónaco. De hecho, durante mucho tiempo, los residentes del principado desesperaban ya de asistir a otra ceremonia de este tipo: la última había sido hace ya 56 años, cuando Rainiero sostuvo al bebé Alberto ante su pueblo. Así que la ocasión se prestaba a una celebración por todo lo alto: 5.000 personas aprovecharon el passado miércoles la jornada festiva extraordinaria para acudir a Palacio y aclamar a Jaime y a su hermana melliza Gabriela, que es dos minutos mayor pero ha quedado relegada por la ley al ingrato puesto de segundona. Hubo lanzamiento de globos –uno rosa y uno azul–, la banda de carabineros interpretó una composición especial y la familia Grimaldi compareció casi en pleno y dio una imagen inusual de unidad y buen rollo.


La ausencia más destacada fue la de Andrea Casiraghi y su esposa, Tatiana Santo Domingo, que está embarazada de su segundo hijo. Carolina y Estefanía saludaron sonrientes desde el balcón y Carlota acudió acompañada de su novio, el actor Gad Elmaleh. Aunque, por supuesto, los grandes protagonistas eran los pequeñuelos, nacidos el 10 de diciembre: Alberto se ocupó de cargar con el niño, mientras que Charlene, más relajada que en otras ocasiones, se hizo cargo de la niña.


En la invernal jornada, la exnadadora olímpica surafricana de 36 años portaba botas altas beige hasta las rodillas, con vestido, abrigo y guantes en blanco roto, a juego con los conjuntos elegidos para sus dos hijos, que durmieron plácidamente durante el breve acto. Asimismo lucía pendientes de perla y un nuevo peinado, con flequillo, mientras que Alberto, de 56 años, optó por un traje oscuro, camisa y corbata blancas. Ya sin niños, ambos bajaron a continuación a la plaza a saludar a los monegascos personalmente y agradecieron en diferentes idiomas las felicitaciones recibidas.


"Mónaco es un pueblito y una familia –declaró una de las ciudadanas monegascas que asistieron al acto–. Este es un día histórico que sucede dos veces por siglo".