El centro es el sector más beneficiado por la reactivación, ya que en los barrios tradicionales únicamente se nota algo más de movimiento en las calles de mayor tránsito peatonal. El reelegido presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Aragón, Fernando Baena, manifestó que la ocupación se reactivó a partir de septiembre, aunque reconoció que aún tardará en percibirse porque aún quedan, según sus cálculos, entre un 10% y un 15% de locales vacíos, incluso en calles de tradicional afluencia comercial, como Cinco de Marzo.

Con tan solo darse un paseo por el centro y el Casco Histórico se puede percibir la reapertura del restaurante Windsor, el estreno de una peluquería, una tienda de bricolaje, otra de accesorios tecnológicos y otra de juguetes en el Coso. Una tienda de ropa, una consulta odontológica y un centro de atención a mayores también atienden al público desde hace poco meses. Y en la plaza de Aragón, una de las sucursales bancarias que lleva meses cerradas ha dado paso a un bar-restaurante y uno de los cafés del paseo de la Independencia se ha reconvertido en óptica. Esta última operación la negoció Baena, quien recordó que hacía años que no pagaba un traspaso.

Varios dueños de locales, que pidieron mantenerse en el anonimato, explicaron que han tenido que ajustar los precios para volver a cobrar rentas. Coincidieron con Baena en señalar que la rebaja supera el 30% y, en algún caso, ha llegado a quedarse en la mitad del precio previo a la crisis. Este es el caso de un local de León XIII esquina con Madre Vedruna, cuyo arrendamiento se acaba de cerrar."Es preferible que tenerlos vacíos, porque te cuesta dinero", señalaron.

Precisamente, la caída de precios ha provocado que varios establecimientos hayan cambiado de ubicación, aunque otros comerciantes lo han hecho obligados por haberse acabado el alquiler de renta antigua.

Baena señaló que Independencia sigue concentrando los alquileres más elevados, hasta 100 euros por metro cuadrado, el doble que otras calles céntricas y comerciales, como León XIII, Isaac Peral o San Ignacio de Loyola. No obstante, los precios varían mucho en función del tamaño de los locales y de sus fachadas, de la acera y del tramo de calle del que se trate, además de otras características, como la altura o si están situados en un chaflán. Por ejemplo, se puede llegar a pagar tan solo 10 €/m2 en Gran Vía o Sagasta.

Los propietarios consultados se mostraron cautos porque la volatilidad sigue siendo alta y, por tanto, hay una sustancial rotación. La misma opinión fue compartida por el propietario de Gabinete Técnico Inmobiliario, Andrés Ibáñez, quien señaló que la reactivación es"muy incipiente" y habrá que ver cómo evoluciona en el próximo año y medio. No obstante, todos señalaron que hay una mezcla de operadores interesados en implantarse en Zaragoza, de autónomos que buscan una oportunidad y de inversores tradicionales que se animan de nuevo a abrir negocios.