El Atlético recela del Levante

El equipo madrileño estrena el año hoy (16.00) ante un rival que siempre le pone en dificultades. Fernando Torres verá el partido desde la grada.

Fernando Torres, que hoy no jugará ante el Levante, en el entrenamiento de ayer del Atlético de Madrid
El Atlético recela del Levante
Sergio Barrenechea/ EFE

Ya no dirige al Levante Joaquín Caparrós, habitual bestia negra del Atlético de Madrid, ni tampoco defiende la portería del equipo granota Keylor Navas, que en la antepenúltima jornada de la pasada Liga obligó al conjunto rojiblanco, con una actuación espectacular en el Ciutat de Valencia, a retrasar el alirón y a mantener, con el empate posterior del Málaga en el Calderón, la incertidumbre hasta el Camp Nou. El Levante es el rival ante el que el Atlético, cuando acariciaba la Liga, conoció el vértigo en la mejor campaña de su historia. También fue uno de los conjuntos que impidió, en el inicio del curso 2000-2001, con una goleada en su campo, que el Atlético estuviese una sola temporada en Segunda División, algo que no pudo evitar Fernando Torres hace casi tres lustros. Un equipo "complicado, duro y que sabe a lo que juega", como reconoce Diego Pablo Simeone.


Sin embargo, el escenario del estreno liguero del nuevo año no será el estadio del Levante, sino en el Calderón, y ese es un arma de mucho valor para los colchoneros –cuatro victorias locales en las cuatro últimas temporadas–, aunque ya se haya comprobado el primer cisma a causa del Frente Atlético, cuyos gritos durante el encuentro ante el Villarreal fueron repudiados por la mayoría de seguidores colchoneros. El técnico argentino, muy consciente del peligro que supone la división de la grada, ha vuelto a reclamar el máximo apoyo del Calderón para que no se pierda esa comunión que se considera imprescindible para volver a alcanzar la gloria, a pesar de que esta temporada la Liga sí está realmente complicada.

Partido trampa


Aunque esté dispuesta a satisfacer al entrenador y a empujar a los suyos, la afición rojiblanca se encuentra sin embargo más expectante ante la presentación oficial de Torres de mañana que para afrontar la víspera este partido trampa, en el que el defensor del título debe tener aún más precauciones después de que el Villarreal rompiese su fantástica racha liguera en el Manzanares. Un par de tropiezos consecutivos en el Calderón son en teoría impensables para este Atlético que sólo ha perdido dos de sus últimos 15 partidos oficiales y que, aunque ahora defienda peor que la pasada temporada y siga sin brillar jugando al fútbol, conserva el sacrificio colectivo, la fe y, por el momento, suficiente eficacia ofensiva, sobre todo a balón parado. "Tenemos que estar atentos en ese tipo de jugadas, porque el Atlético tiene mucho poderío, intimidación y va fuerte en esas acciones. El grado de concentración debe ser todavía más alto", advierte el entrenador del Levante, Lucas Alcaraz, sabedor de que el defensor del título, juegue mal o bien, puede resolver con faltas o córners.


"El Atlético es un equipo muy fiable en sus resultados. Está consiguiendo asentarse en una idea de juego reconocible. Es un rival exigente, y más en su estadio, pero eso nos tiene que servir como motivación. Si todo lo hacemos bien vamos a tener nuestras opciones", aventura el técnico de un Levante que también presume de solidez y coraje. El Atlético, en cambio, ha visto su moral reforzada, y no sólo por el regreso de Torres, sino por su capacidad de reacción para remontar en la última jornada en San Mamés, con un triplete de Griezmann, que hoy volverá a ser titular, aunque en esta ocasión junto a Mandzukic, a partir de ahora bastante más exigido. También podrá contar Simeone con Arda Turan, una vez que el turco ya está recuperado de una sobrecarga muscular, para ocupar la banda derecha del centro del campo.