Un arranque exigente

El Real Zaragoza comienza el año con dos rivales extremadamente complicados en el horizonte.

André Leao se impone de cabeza en la goleada del Valladolid sobre el Barcelona B por 7-0
Un arranque exigente
Tribuna de valladolid

El parón navideño ya ha quedado atrás. Este fin de semana la acción se reemprende en esta competitiva Segunda División. Para el Real Zaragoza será un durísimo retorno a los terrenos de juego. El conjunto aragonés, que se halla a un punto de los puestos de promoción y a ocho del ascenso directo, se enfrentará en las próximas dos jornadas a dos de los rivales más potentes de la categoría. Arrancará el año recibiendo al Real Valladolid el domingo en la Romareda y, una semana después, visitará el estadio del flamante líder, el Las Palmas.


La cuesta de enero será extremadamente exigente con los jugadores dirigidos por Ranko Popovic. El técnico, que permanece imbatido en sus cuatro primeros partidos al frente del banquillo, pondrá en juego esta condición. Superar estos dos exámenes tan complicados supondría un refuerzo extraordinario para el proyecto del serbio.


El Real Valladolid será el primer contrincante en interponerse en el camino de la escuadra aragonesa. El domingo, a partir de las 12.00, desembarcará en el estadio municipal el cuarto clasificado de la tabla, con 32 puntos, cuatro más que los anfitriones. Lo hará con el efecto anímico que supuso la goleada con la que despidió 2014. El 7-0 al Barcelona B dicta a las claras el grandísimo potencial que encierra el plantel que dirige Joan Francesc Ferrer Sicilia ‘Rubi’. Aquella demolición del filial azulgrana, con cuatro goles al término del primer tiempo, supuso el triunfo más contundente de lo que llevamos de temporada. Un trabajo coral en el que el exzaragocista Óscar González contribuyó con dos dianas. A sus 32 años, el salmantino sigue siendo una pieza clave en el engranaje vallisoletano. Su calidad sigue siendo un valioso hecho diferencial en la categoría de plata del fútbol nacional.


También se producirá un reencuentro con Chus Herrero, un producto de la cantera zaragocista. El defensa es uno de los fichajes del presente ejercicio, petición expresa de Rubi, quien ya fue su entrenador en el Girona.


Completará este capítulo de viejos conocidos un clásico, Álvaro Rubio. El centrocampista riojano, que militó en el Real Zaragoza desde 1998 a 2000, es ya una leyenda en el imaginario blanquivioleta. Sin ir más lejos, acumula 250 partidos defendiendo –a lo largo de nueve temporadas– la camiseta pucelana.


Rubi gestiona uno de los planteles más solventes de Segunda. La entidad ha hecho el esfuerzo de mantener el bloque que descendió de Primera la pasada campaña y ha efectuado incorporaciones muy coherentes. Comenzando por la portería, donde Javi Varas, procedente del Sevilla, es un sostén básico. El carrilero zurdo Johan Mojica, cedido por el Rayo Vallecano, garantiza presencia ofensiva. Jeffrén Suárez, una expromesa de la cantera barcelonista y que venía del Sporting de Lisboa, es un puñal en la línea de vanguardia. Lamentablemente, Roger Martí, máximo realizador zaragocista la pasada campaña, se rompió el ligamento cruzado anterior de la pierna derecha en El Molinón. Pero el Valladolid ha sabido moverse en el mercado invernal y ayer mismo cerró una cesión de lujo, Jonathan Pereira. Más madera para un arsenal de relumbrón.