El Campo Experimental Agrícola proyectado por el Ayuntamiento y MercoFraga entrará empezará a funcionar a principios del año próximo. Así lo han indicado el concejal delegado de Agricultura José Ignacio Gramún y el director del mercado de fruta fragatino, Juan José Orries. Frente al desánimo generalizado tras una campaña dura para el sector y marcada por el veto ruso a la importación de productos agroalimentarios procedentes de la UE, esta superficie pretende sembrar de nuevo el optimismo en los agricultores de la comarca.

“Las labores están muy avanzadas. Hemos terminado el vallado con tela metálica de dos metros de altura y se ha completado la construcción de la caseta que alberga los dispositivos de regulación del sistema de riego. La caseta tiene 40 metros cuadrados y desde allí se controlarán mediante un sistema informático los suministros de abono y agua a las plantaciones. Ahora mismo, los operarios trabajan en el acondicionamiento del terreno y el tendido de las tuberías. Cuento que todo estará listo para que en enero podamos empezar a plantar”, detalla el concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Fraga.

El campo experimental forma parte del paquete de herramientas de dinamización económica que el consistorio ha puesto a disposición de empresas, autónomos y emprendedores durante el presente mandato. Del mismo, forman parte proyectos como el centro de servicios a empresarios y emprendedores y vivero de empresas Espacio Prodeo, los créditos blandos del Fondo de Apoyo a Empresas y Emprendedores de Fraga o las ayudas para instalación de pequeñas y medianas empresas en PL-Fraga con las que el consistorio complementa las herramientas que la DGA pone a disposición de empresas instaladas en instalarse en zonas industriales como la Plataforma Logística.

En el caso del campo experimental, la actuación se vincula estrechamente a los nuevos regadíos proyectados en la zona. Las posibilidades de desarrollo que abren estos nuevos regadíos, recuerda el concejal delegado de Agricultura, solo se aprovecharán plenamente si el sector hace un esfuerzo de diversificación y se introducen nuevos cultivos en la zona. Para ello, el campo experimental desempeñará un papel crucial. “Solo vamos a realizar ensayos con variedades que produzcan fruta que llegue al mercado entre el 20 de abril y el 20 de julio y desde el 15 de agosto a octubre. No nos interesan las variedades que producen en las dos últimas semanas de julio y las dos primeras de agosto porque esa es la época en la que se satura el mercado. Tendremos una colección de veinte variedades y tres árboles por cada una”, explica Gramún.

Frutas, hortalizas y nuevas variedades compartirán la tierra

En el campo experimental, especies como el granado, el ciruelo o el almendro, el caqui, la planta del kiwi o las viñas uva de mesa estarán presentes junto a las hortalizas en las dos hectáreas que tiene el campo. “Estarán junto a frutas conocidas por todos como el albaricoque, la cereza, el melocotón, la pera, la nectarina, la platerina o el paraguayo. Con las novedades, veremos cómo se adaptan a nuestra zona y qué rendimientos ofrecen. El campo experimental está para eso, para hacer ensayos”, explican desde el consistorio.

Además, un 20% del campo se dedicará al cultivo de verduras y hortalizas. “El mercado de exportación demanda ahora mismo grandes cantidades de coliflor, lechuga y espárragos, pero también hay un consumo importante de judías verdes, tomate y pimientos”, explica el concejal.