Francisco Fernández Caballero: “Hombres y mujeres estamos muy empatados en el mal”

El periodista y criminólogo Francisco Fernández Caballero ha publicado un ‘Dossier negro’ donde se incluyen casos de asesinatos con el propósito de que el lector se enriquezca y sienta que se protege del mal a su alrededor.

Pérez Caballero, retratado en la noche zaragozana
Francisco Fernández Caballero: “Hombres y mujeres estamos muy empatados en el mal”
Oliver Duch

Usted, ¿es un caso para ‘Cuarto Milenio’?


Todos somos un misterio, y tenemos parte luminosa y parte oscura. Y esa última es materia para ‘Cuarto Milenio’.


¿Qué se aprende de un asesino?


Muchas cosas. El asesino es un reflejo de nuestra parte escondida. No todos tenemos un asesino en potencia, pero sí una maldad. Y hay quien no la controla.


Y de Iker Jiménez, ¿qué aprende?


Una capacidad de ilusión y de comunicación nunca vista, y no solo en la tele, también cara a cara.


El tratamiento de los sucesos en televisión, ¿es un crimen?


Sí. Hay poca gente preparada, a veces se traspasa la línea del buen gusto y se hieren sensibilidades. Y apenas se pone el punto de mira en lo interesante: por qué alguien decide hacer el mal.


Y ¿por qué?


Todos somos egoístas, pero el criminal es egoísmo puro. Elimina de la ecuación lo que le impide dañar a otra persona y lo hace por dinero, por poder...


Además de asesinos, ¿hay consumidores de sucesos en serie?


Creo que sí. Nos atrae lo que no podemos experimentar en primera persona, como la prensa del corazón. Los sucesos cuentan cosas que pasan en nuestras calles y nos asustan, nos ponen en guardia...


Y ¿qué le llevó a dedicarse a ello?


Mi vocación surgió en casa. Mi padre es Paco Pérez Abellán, cronista de sucesos, y crecí entre viejos volúmenes de ‘El caso’ y publicaciones sobre el crimen, con el afán de saber todo lo posible sobre el mal para poder combatirlo.


Al centrarse en los sucesos, ¿le dejan de impactar las noticias?


Nunca, pero cuando trabajas, te pones en una posición de distancia. A mí me tocó cubrir el 11-M y hasta dos semanas después no me di cuenta de lo que había pasado. No puedes dejarte contagiar de la emoción de los familiares, porque no podrías informar. Pero nunca dejas de conmoverte.


Y ¿cuál le ha impactado más?


Es difícil elegir. Uno de los impactos más grandes que he tenido fue en la cobertura de los crímenes del asesino de la Baraja. Me crucé con él de casualidad, cuando lo subían del calabozo, y casi me lo echaron encima.


Un ‘Dossier negro’ en España, como el que usted ha publicado, ¿por fuerza tiene que tener mínimo 500 páginas?


¡Y nos quedamos cortos! En el libro trato casos conocidos y otros que no. Y algunos afrontan sensibilidades fuera de la criminología, como el crimen de Caspe, en cuya resolución participó una vidente. Mi propósito es que el lector se enriquezca y sienta que se protege del mal a su alrededor.


Usted ¿lo ve todo negro?


Todo lo contrario, soy muy optimista. Y creo que la información sirve para vivir de manera más tranquila. No puede ser que tengas una amenaza y no la conozcas, eso nos pone más nerviosos.


Y ¿qué tipo de humor le gusta? ¿El amarillo, el verde...?


Todo. El sentido del humor es la mayor defensa contra la vida.


A usted ¿le han metido alguna puñalada por la espalda?


Muchas. Hay gente muy mala, pero los buenos somos más. Solo que ellos destacan más. Y eso me lleva a la idea del psicópata.


¿Hay mucho psicópata?


Sí. El psicópata no es el que mata, sino que puede estar en la mesa de al lado. Es gente que no tiene miedo a hacerte daño porque no tiene empatía.


¿Existe el crimen perfecto?


Y se comete a diario. Es el que nunca es detectado y lo suele cometer la mujer, que mata con mayor inteligencia y preparación. El hombre mata más y con más violencia, pero en el mal estamos muy empatados. Como en casi todo.


¿Qué es un drama para usted?


La soledad. Y creo que la sociedad actual nos empuja cada vez más hacia ella.