Aragón consolida sus viveros de empresas con cuatro centros entre los mejores del país

Son la herramienta empresarial de moda. Los viveros de empresas proliferan en España desde que la irrupción de la crisis económica enviara a miles de trabajadores al paro, disparara la destrucción de empresas y nublara el futuro laboral de varias generaciones.

Ahora, con la necesidad de autoempleo y emprendimiento a la que obliga este contexto, una fórmula creada hace medio siglo en Estados Unidos triunfa aquí como mejor camino hacia el éxito. Y Aragón no se ha quedado atrás. Ya sean de impulso público o privado, estos viveros, que acogen, guían y orientan a los nuevos emprendedores, se han establecido para quedarse, y son el germen de algunos de los proyectos más prometedores en la actualidad.

Por ello, la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha elaborado un extenso informe en el que analiza la oferta de viveros del país y establece cuáles son los más interesantes a la hora de crear una nueva empresa a partir de cero, las denominadas ‘star up’.

Una clasificación en la que la comunidad aragonesa sale muy bien parada. No en vano, cuatro de sus centros aparecen entre los cien mejores del país. De hecho, el último alcanza el puesto 56. Se trata de un reflejo del interés y la apuesta por este tipo de recursos para los emprendedores.

En concreto, el estudio destaca el valor de los centros de Zaragoza Activa, el CEEI Daroca, el CIEM de la capital aragonesa y, sobre todo, el CEEI Aragón, ubicado en el Centro Politécnico Superior, que se sitúa como el cuarto mejor del país.

Para los responsables del estudio, elaborado por un equipo de investigadores liderado por el economista Francisco José Blanco, el CEEI Aragón, con sus más de 50 oficinas para emprendedores, destaca por su generación de oportunidades de negocio y su especialización, que le llevan a ser el mejor del país en el apartado de ‘incubación avanzada’, es decir, la salida de la empresa del vivero al mundo real.

Todo un respaldo al trabajo de sus responsables. Especialmente satisfecho se encuentra por ello el director del CEEI Aragón, José Luis Latorre. “Es una palmada en la espalda que hemos acogido con gran alegría”, comenta.

Su principal virtud, la especialización. En un sector como el aragonés, donde más de la mitad de las empresa tienen un máximo de cinco empleados, Latorre destaca su apuesta por la creación de multinacionales aragonesas. “Buscamos un producto innovador con un equipo y una vocación internacional”, explica.

En la actualidad cuentan con tres incubadoras que alojan a 53 empresas, que dan trabajo a 310 profesionales que buscan una salida al complicado mercado laboral, con una estrecha relación con las nuevas tecnologías y el I+D. Solo este año han iniciado 20 nuevos proyectos.

“Últimamente estamos viendo la llegada con fuerza de un nuevo perfil, el de antiguos trabajadores muy profesionales de empresas que han quebrado en los últimos años, que deciden lanzar sus propios proyectos”, señala Latorre. Es el caso de algunos despedidos de empresas como TATA Hispano, Tercal, TB Solutions o Álvarez Beltrán.Futuros prometedores

Fruto de este apoyo a las nuevas ideas, van germinando empresas con gran proyección, algunas de ellas premiadas por ello. Libelium, una empresa aragonesa creada en 2006 que diseña y fabrica tecnología de hardware y que cuenta ya con 50 empleados, fue reconocida con el Premio Nacional Joven Empresario 2014, que concede la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (Ceaje).

El proyecto BitBrain, liderado por los doctores en Ingeniería Informática María López y Javier Mínguez, fue galardonado con el Premio Emprendedores 2012. Su labor, la mejora cognitiva de las personas mediante un sistema de entrenamiento.

Son solo dos ejemplos de los muchos que cada año se abren camino ante las dificultades y que dieron sus primeros pasos en alguno de los viveros de empresas instalados en Aragón.