Aragón ya no está entre las comunidades con mayor esperanza de vida

La Comunidad de Madrid encabeza la lista con más de un año de diferencia con los aragoneses.

Ana Mª Garín, con sus nietos Eduardo, Pablo y Miriam, en la plaza de los Sitios.
Aragón ya no está entre las comunidades con mayor esperanza de vida
P.F.

A pesar de que Aragón cuenta con un gran volumen de población anciana, no tiene la esperanza de vida más amplia de España. De hecho, mientras que hace veinte años se situaba entre las tres comunidades con una mayor expectativa de longevidad, en la actualidad está en séptima posición, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).


La mayor diferencia se encuentra con Madrid, que en la actualidad tiene una esperanza de vida de 84,25 años, mientras que Aragón cuenta con un año menos. María Zuñiga, profesora del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza, resalta que la diferencia se podría encontrar en las condiciones de vida. Por el contrario, el decano del Colegio de Ciencias Políticas y Sociología de Aragón, Carlos Gómez, asegura que se debe a los amplios recortes sanitarios que ha vivido Aragón, especialmente en materia preventiva.


No obstante, la comunidad aragonesa continúa estando por encima de la media española. En concreto, las expectativas de vida de una persona en el momento de nacer son de 83,15 años, mientras que la media nacional se sitúa ligeramente por debajo, en los 82,61 años. Además, según los últimos datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), España es el país de la UE que tiene una mayor esperanza de vida. “La sanidad pública que se tiene en España no se encuentra en ningún otro país y unido al clima y al estilo de vida hemos conseguido estar muy cerca del país más longevo que es Japón, con el que solo nos separa un año”, recalca Zuñiga.


Y es que los hábitos saludables, el sistema sanitario y las condiciones de vida de las personas son los principales causantes de la evolución de la longevidad. No obstante, que cada día los españoles sean más sedentarios y aumente la obesidad por el consumo de alimentos poco saludables no ha provocado que se reduzcan las expectativas de vida. “Las mejoras médicas que ha habido durante los últimos treinta años han conseguido aplacar cualquier hábito insalubre”, destaca Zuñiga.


Por todo ello, la esperanza de vida de los aragoneses ha crecido en 3 años en la última década. “El desarrollo de la medicina preventiva en la última década ha provocado que creciera mucho, el problema se encuentra en la ralentización que se ha producido en el último año”, puntualiza Gómez. Para Zuñiga todavía no se notan los efectos de todos los recortes vividos, sin embargo, “a medio plazo sí que pasarán factura, tanto los sanitarios como los relacionados con la dependencia”.

Los hombres nunca tendrán más esperanza de vida que las mujeres

Como es tradicional las mujeres continúan teniendo una mayor expectativa de vida, aunque la diferencia entre ambos se ha recortado ligeramente. Las mujeres que nacieron en 2013 pueden vivir una media de 86,14 años, mientras que los hombres superarán tímidamente la barrera de los 80. “Aunque cada vez haya menos diferencia entre ambos sexos es muy difícil que se puedan igualar los índices, puesto que el hombre sufre más accidentes laborales, de tráfico, enfermedades cardiovasculares, etc, que son causas importantes de muerte y se dan en menor medida en las mujeres”, subraya Gómez.


Además, tal y como destaca Zuñiga, los efectos de la genética no se pueden cambiar. “Está demostrado que hay una mayor mortalidad en los hombres que en las mujeres, de hecho, en todas las tablas estadísticas se puede comprobar que después de los primeros años de vida, la mortalidad en el sector masculino es superior a la femenina”, afirma.

Hay un tope, pero ¿cuál?

Aunque cada año haya un incremento en la longevidad de las personas, llegará un momento en el que se paralizará. Al menos, eso es lo que se presupone debido a la genética del ser humano. “La esperanza de vida tiene su tope como consecuencia del deterioro biológico de la persona y para llegar a determinados índices se tendría que haber desarrollada una medicina preventiva mucho más generalizada e incrementarse el nivel cultural de la población respecto a los comportamientos saludables desde edades muy tempranas”, destaca Gómez.


Sin embargo, hay algunos estudios médicos “muy cuestionados” que afirman que se podría llegar a los 120 años de vida. “Cada vez vivimos más y es muy probable que lleguemos a los 90 años a medio plazo, sin embargo, las condiciones de vida cada vez son peores por los fallos propios del organismo”, sostiene Zuñiga.