"Aún no he llegado a la altura de mis maestros: sigo aprendiendo"

DIBUJANTE I El zaragozano, de 67 años, coautor de ‘Judge Dredd’ y ‘Strontium Dog’, admirador de Hugo Pratt, Alberto Breccia y Víctor Lafuente, agradece el Gran Premio del Cómic Aragonés

El recién galardonado Carlos Ezquerra ofreció una charla ayer en el Salón del Cómic. Guillermo Mestre
"Aún no he llegado a la altura de mis maestros: sigo aprendiendo"

¿Qué recuerda con más agrado de sus inicios en el mercado inglés del cómic?

Yo colaboraba en publicaciones orientadas al público femenino como ‘Mirabelle’ o ‘Valentine’, después de haber hecho mis pinitos en Barcelona. Una editorial me mandó un guión por error; lo dibujé y les gustó el resultado. Como el trabajo iba saliendo, pensé en marcharme tres meses a Inglaterra... y se convirtieron en diez años: cosas de tratar directamente con las editoriales, sin intermediarios. Conseguí trabajar con entera libertad, sin que nadie me forzara a seguir un modo de contar las cosas o un estilo determinado.


¿Suscribe usted aquello de que la mejor recompensa de un artista es la devoción de sus fans?

¡Claro! Los fans han pagado la hipoteca de mi casa. Y me animan a seguir, de muchas maneras. Su fidelidad es un motor creativo. Además, me han mostrado su aprecio muchas veces; fue significativa la reacción de la gente cuando sufrí un cáncer de pulmón. En Inglaterra, cada vez que voy, siempre recibo cariño, casi como en mi propia casa, en Zaragoza; este año, además, me llevo premio. Lo agradezco mucho.


Usted debe su fama mundial a ‘Judge Dredd’, pero en el mercado inglés se valora tanto o más ‘Strontium Dog’.

Es mi personaje favorito, un ‘outcast’, un marginal; Dredd es casi un robot. Salió solamente unos meses más tarde, de hecho, y lo desarrollamos en ‘Starlord’; John Wagner y yo nos habíamos apartado un poco de ‘2.000 AD’, aunque con los años el personaje volvió a la revista. También estoy orgulloso de otras cosas, como la aventura de Boba Fett para la serie de Star Wars, en la que también dibujé los libros de Mara Jade con guiones de Timothy Zahn. Casi siempre he tenido empatía con mis guionistas, me dejaban espacio para interpretar personajes y situaciones... con algunas excepciones, como Alan Moore;tuve que rechazar un trabajo con un guión suyo, un ‘tocho’ en el que detallaba absolutamente todo.


Al personaje de Dredd lo han acusado de fascista...

Lo sé, pero no estoy de acuerdo. Más bien me recuerda a un inspector de Hacienda, un tipo implacable que tiene la ley en la cabeza y la aplica al pie de la letra. Fascistas serían los superhéroes americanos, eternos vigilantes, que operan por encima de la ley.


Las dos adaptaciones de Dredd al cine han resultado algo incompletas. ¿Qué falló?

Muchas cosas, pero puestos a buscar aciertos, me quedaría con la estética de la primera y la fidelidad de la segunda a la historia. En la primera, Stallone hizo suya la trama: se comió al director, Danny Cannon, un joven fan de Dredd al que le faltaba un poco de experiencia. Me quedo con las interpretaciones de algunos secundarios, como Max Von Sydow o Diane Lane. La segunda no da la talla en ambientación: podían haber invertido más en los efectos especiales. En taquilla no les fue bien a ninguna, pero la segunda sí ha funcionado en deuvedé.


Actualmente asesora un proyecto para llevar a ‘Strontium Dog’ a la gran pantalla. No es muy común que se cuente con el autor en estas lides...

No, ciertamente, pero este es un proyecto hecho con el corazón, sin recursos, y me ha encantado que me involucraran.Están usando bocetos que hice para una adaptación fallida del personaje en televisión, y también trabajan con impresoras 3D.


Tras más de cuarenta años en la trinchera, no baja un ápice su productividad. ¿Hay Ezquerra para rato?

Sigo aprendiendo, aún no he llegado a la altura de mis maestros, creo que me falta mucho. Hablo de gente como Alberto Breccia, Hugo Pratt o Víctor Lafuente, que para mí fueron dioses cuando empezaba.