Cabrera sufre una torcedura de tobillo

El uruguayo generó ayer un enorme susto al final del entrenamiento, pero
los médicos consideran que estará apto para jugar pasado mañana.

El tobillo izquierdo de Leandro Cabrera es el principal motivo de preocupación de los técnicos y los médicos del Real Zaragoza desde ayer a las 12.40. El central uruguayo, en la última acción del entrenamiento –literalmente, la última–, se produjo él solo una aparatosa torcedura en dicha articulación, que le hizo abandonar el campo con el pie en el aire tras una escena de evidente dolor y sonoros quejidos tras haber sido atendido sobre e césped por el doctor Jarabo. Cabrera fue a cortar un avance de Jaime y clavó mal el pie en la hierba, doblándose el tobillo de manera anómala.


Anoche, el optimismo era la bandera entre los responsables de las áreas deportiva y sanitaria del club. Al parecer, la evolución de lo que pareció un esguince serio de Cabrera transcurrió con el paso de las horas por el mejor de los caminos posibles y la previsión es que el defensor charrúa no falte a la cita ante el Girona pasado mañana.


El paso de las primeras 24 horas va a ser decisivo. De cómo aparezca el tobillo hoy, tras el descanso nocturno del jugador, dependerá el diagnóstico certero sobre su participación ante los catalanes, que se antoja crucial por el desolador panorama que presenta el eje de la defensa en las últimas semanas.


Es probable que hoy Cabrera no se ejercite con normalidad. Popovic no es amigo de forzar en este tipo de circunstancias. Pero, aunque así suceda, la participación del sudamericano no quedará comprometida de no mediar una evolución anoche inesperada.