Los regantes de Curbe aplican tratamientos alternativos contra la presencia de mejillón cebra

Los agricultores han optado por combatir la plaga durante toda la temporada.

Victoriano Palacín muestra el tratamiento que están aplicando en la sala de bombeo
Los regantes de Curbe aplican tratamientos alternativos contra la presencia de mejillón cebra
Patricia Puértolas

La comunidad de regantes del Sector VII de Curbe ha tomado un camino alternativo en la lucha contra el mejillón cebra. A diferencia del resto de colectivos dependientes del sistema de Riegos del Alto Aragón, ha optado por combatir esta plaga con un tratamiento continuado de hipoclorito sódico, que importó del Delta del Ebro y que está ofreciendo positivos resultados. Además, como principal innovación, realizan pruebas con dióxido de cloro, un método surgido del estudio e indagación de los responsables técnicos del colectivo.


Actualmente, hay once comunidades de regantes del sistema de Riegos del Alto Aragón –cuatro más que el pasado año– que aplican tratamientos contra el mejillón cebra y, a excepción del colectivo de Curbe, todas ellas han optado por utilizar peróxido de hidrógeno. En este caso, el producto se aplica en las redes generales una vez por campaña, es decir, es un tratamiento de choque que está consiguiendo eliminar un alto porcentaje de moluscos y, de este modo, reducir la amenaza de obstrucción de infraestructuras y tuberías.


Frente a ello, el Sector VII de Curbe aplica los tratamientos de forma continuada, lo que permite que "el producto se mantenga en el agua y, de esta forma, elimine los ejemplares existentes y, al mismo tiempo, cree un ambiente hostil, lo que impide que el mejillón cebra se agarre a las paredes de las diferentes infraestructuras de riego", explica el técnico de la comunidad, Victoriano Palacín. "De momento, los resultados están siendo muy positivos, ya que las tuberías empiezan a mantenerse limpias y la eliminación de moluscos es constante", añade.


En total, la comunidad de regantes de Curbe cuenta con tres redes generales de distribución. En dos de ellas, está aplicando hipoclorito sódico y en la tercera, dióxido de cloro. El objetivo es evaluar la efectividad de cada tratamiento. En ambos casos, la aplicación comenzó el pasado mes de agosto y para ello fueron adquiridas una serie de bombas, que dosifican el producto e, incluso, lo inyectan de forma automática en el interior de las redes generales. A priori, el coste es mayor a los tratamientos con peróxido de hidrógeno. No obstante, los regantes del sector VII están convencidos de que resultará "más eficaz".


Además, el colectivo optó por este tratamiento alternativo atendiendo a las continuas averías de su sistema de distribución, que llevan sufriendo desde hace seis años y que tienen su origen en una incorrecta colocación de las tuberías. De hecho, al concentrarse en una única aplicación, un reventón podría haber impedido que el peróxido de hidrógeno alcanzase el conjunto de las infraestructuras y de este modo, hubiera perdido gran parte de su efectividad.

Más de 100.000 euros


Actualmente, están infectadas de mejillón cebra la totalidad de las comunidades abastecidas por el Canal de Monegros. De ellas, cada vez más han optado por aplicar tratamientos con el fin de reducir las poblaciones de bivalvos y minimizar sus afecciones. Aunque el problema fue generado por una actividad de ocio como la pesca, la presencia se ha extendido por las masas de agua y tras alcanzar las parcelas, la responsabilidad del tratamiento para su eliminación recae en las comunidades de regantes, que cuentan con el apoyo y asesoramiento de Riegos del Alto Aragón y la Confederación Hidrográfica del Ebro.


En su conjunto, el coste del tratamiento supera los 100.000 euros. Además de soportar esta inversión, las comunidades deben hacer frente a los problemas de gestión derivados de la presencia del mejillón cebra, entre ellos, el colapso de los sistemas de filtrado, la pérdida de presión por acumulación de cáscaras de mejillón muerto o la obturación de aspersores. De momento, el canal del Cinca está a salvo de esta plaga.