Noticiero de época de los Pirineos

La segunda entrega de la colección del Almanaque abarca la década comprendida entre 1925
y 1935 y ha sido desarrollada por el periodista Sergio Sánchez Lanaspa, de Pirineum Editorial

Un ejercicio de periodismo histórico, un trabajo de divulgación, de puesta en valor de personas y entidades de los que solo se conocen los "trazos gordos", y en definitiva, un periódico de la época. Así se puede definir el nuevo Almanaque de los Pirineos 2015 (que abarca la década entre 1925 y 1935), que ha desarrollado el periodista Sergio Sánchez Lanaspa, de Pirineum Editorial. Es la segunda entrega de la colección Almanaque de los Pirineos que mantiene, como en la primera, las características de una publicación en parte noticiero ilustrado de una década (1925-1935), y en parte almanaque del año siguiente, en este caso del año 2015.


Se estructura por meses y en cada uno hay seis o siete artículos o reportajes. Con él, y como ya ocurrió en el primer Almanaque, Sánchez ha descubierto "muchas cosas", y la que más le ha sorprendido ha sido la de la Manzanilla de los Pirineos, que comenzó en el balneario de Panticosa con la familia Berdón y acabó comercializándose en Chile o en la casa real italiana, además de por toda España.


Otra de las historias que le llamó la atención fue la de René Petit, el ingeniero del primer proyecto del pantano de Yesa. "Sabía que era futbolista pero después de seguir indagando en su vida descubrí que había ganado cuatro copas del Rey, una con el Real Madrid y tres con el Real Unión de Irún" relata el autor. Respecto a la portada, obra de Saúl Moreno, "lo más fácil hubiera sido elegir la sublevación de Jaca o la inauguración de la Estación Internacional de Canfranc, pero quería huir de los cotidiano", explica.


Por ello, eligió un hecho científico, el experimento que en 1931 realizó el gran geólogo francés Norbert Casteret, que demostró que el río Garona nace a los pies del Aneto en Aragón y contraviniendo toda lógica desaparece en el Trou del Toro (Aigualluts) para reaparecer unos kilómetros al norte, en el valle de Arán y desembocar en el Oceano Atlántico. "Utilizó fluoresceína, que usan los oftalmólogos, y lo echó en la cascada de Aigualluts, él se fue al valle de Arán y a su mujer la mandó al Ésera para comprobar por donde salía el agua verde, como consecuencia de este producto", subraya.


En cuanto a las fuentes de las que se ha nutrido el Almanaque de los Pirineos, destacan las hemerotecas más significativas: el semanario ‘La Unión’ de Jaca, ‘Diario de Huesca’, el mensual ‘Aragón’ que el SIPA comenzó a publicar en 1925, ‘El Pueblo’, ‘Diario de la República’ impreso en Huesca y el semanario ‘El Cruzado Aragonés, de Barbastro’. "Quiere ser un homenaje al semanario ‘La Unión’", que la familia Abad editó en Jaca entre 1907 y 1941, y del que en estos momentos el IEA completa su digitalización.


A pesar de que este segundo Almanaque abarca la monarquía de Alfonso XIII y las sucesivas dictaduras, y la Segunda República, Sánchez ha querido alejarse de la política en sí misma. "Nuestra idea no era hacer un libro de Historia, sino un libro de historias particulares, en los que el reconocimiento y el homenaje se mezclaran con el concepto de recuperación y puesta en valor", añade.


Ya está en marcha la edición de 2016. "He empezado con la documentación y a ver qué temas se pueden tratar, esto es un no parar", reconoce Sánchez. El próximo Almanaque será "más bélico", porque abarcará entre otras cosas la segunda Guerra Mundial y la guerra Civil, y "los Pirineos ejercieron de espacio frontera".