Así lo avalan las 35 editoriales presentes en la cita cultural que organiza la Institución Ferial de Monzón, número superior al del pasado año, y entre las que se encuentran desde las ya veteranas, pasando por las minoritarias, las de colectivos sociales o formaciones políticas, o las que apenas tienen escasos meses de vida. Sus autores presentarán sus últimos trabajos en más de un centenar de presentaciones y firmas de libros en cada puesto editorial. Cifras que hablan del buen estado de la literatura aragonesa pese a la situación de crisis y del descenso de lectores, circunstancias que trata de paliar esta feria, como destacó el pregonero de la cita, el escritor Ignacio Martínez de Pisón, en el acto inaugural celebrado ayer al mediodía.

En su discurso recordó que la finalidad de las primeras ferias de libros era "acercar la cultura a la población". También rememoró las palabras de Gregorio Marañón quién definía el trabajo de librero, "como oficio que tiene todas las delicadezas de una elevada artesanía y todas las complicaciones de una finísima ciencia". Y calificó al libro como "el amigo ejemplar que todo lo da y nada pide, el maestro generoso que no regatea su saber, ni se cansa de repetir lo que sabe". El escritor animó a los editores a que no cesen en el empeño y sigan trabajando por la literatura aragonesa en cualquiera de sus lenguas.

El pregón contó con la presencia de autoridades y escritores como Antón Castro, Luz Gabás, Ismael Grasa y Cristina Grande, y los autores y editores Raúl Usón y Óscar Sipán, entre otros que presentaron ya ayer sus trabajos literarios.

Martínez de Pisón estuvo arropado por la alcaldesa, Rosa María Lanau, el presidente de la Comarca del Cinca Medio, José Antonio Castillón, y la presidenta de la entidad ferial y edil de Cultura, Marisa Mur, que reivindicaron la capitalidad cultural de Monzón durante estos días festivos.

Antes del pregón, se inauguró un escudo de armas sobre piedra caliza dedicado a otra feria cultural, Arteria, obra de Manuel Soler, que a partir de ahora presidirá la entrada al pabellón ferial.

Además de presentaciones de libros, la feria cuenta estos tres días con varias actividades como talleres de caligrafía medieval con el escribano binefarense Ricardo Vicente, lectura de poemas, un espacio para que los niños lean con sus padres, exposiciones sobre láminas del Quijote y sobre los carteles de la feria, cenas teatralizadas y literarias a cargo de Trotamundos y del escritor Antón Castro, conciertos de música por la noche…

Los visitantes fueron acudiendo paulatinamente desde el mediodía a la feria, que registró una gran entrada. Por la tarde se falló el primer concurso de relatos FLA convocado para celebrar los veinte años del certamen. El primer premio fue para Victoria Trigo, de Zaragoza, con ‘Siempre en voz baja’, que se llevó un cheque por valor de 500 euros. La melillense Gema Ben es la autora de los relatos que se han llevado el segundo y el tercer premio, ‘Boira’, y ‘La soledad del espantal’.