A pesar de que 2014 va camino de cerrarse como el primer año con creación de empleo neto desde 2007, la tendencia mantenida durante los últimos años que ha hecho a muchos aragoneses hacer las maletas para partir al extranjero sigue en alza.

La falta de empleo entre los jóvenes -especialmente cualificado- y la temporalidad de buena parte de los contratos que se están firmando ha hecho que el número de aragoneses residentes en el extranjero -contabilizados según el censo electoral- se haya elevado en más de 10.000 personas desde el comienzo de la crisis. Un éxodo de población que en Aragón había sido menos acusado que en otras comunidades, pero que en 2013 firmó sus números más altos.

En concreto, según los datos avanzados por la estadística de flujos migratorios del INE, de Aragón partieron durante el pasado año 1.115 personas, un 12% más de los que lo hicieron en 2011, cuando se produjo el anterior pico histórico. Por contra, en el mismo tiempo solo retornaron a su lugar de nacimiento 290 aragoneses.

Este registro, que fue utilizado por el Gobierno central en el Congreso para responder a una pregunta de la oposición sobre "jóvenes exiliados", solo tiene en cuenta a personas de nacionalidad española y nacidas en España, por lo que no entran en él los inmigrantes que tras llegar a Aragón en la última década retornaron a sus países también empujados por la crisis, aunque sí sus hijos nacidos durante su estancia en el país.

Con todo, el censo de votantes españoles en el extranjero también remarca esta tendencia. Desde el 1 de enero de 2014 al pasado 1 de octubre, el número de aragoneses registrados en los consulados españoles aumentó en 1.179 personas más, hasta un total de 30.359, aunque es imposible saber si todos ellos llegaron durante este periodo de tiempo o quedaron añadidos al solicitar su voto durante las pasadas elecciones europeas.Se van jóvenes, pero cada vez vuelven también más jóvenes

Pese a esto, los últimos datos referentes al pasado ejercicio también dejan algún que otro aspecto positivo. Entre los que volvieron, el número de personas que estaban en una franja de edad entre los 25 y los 35 años ha aumentado -aunque aún levemente- después de que históricamente los retornados desde el extranjero fueran personas que ya encaraban su vida hacia la jubilación.

Alfonso, un joven zaragozano de 26 años, es uno de los que volvió el pasado año tras pasar 14 meses en Inglaterra. “Fui con lo que tenía ahorrado tras estar cuatro meses parado en España, donde más o menos iba trabajando, aunque no de lo mío”, explica. Después de hilar varios trabajos en Brighton, al sur de Gran Bretaña, en distintos hoteles y restaurantes, decidió regresar a Zaragoza, donde ahora ha comenzado a estudiar Historia por la Uned. “En mi caso, más que por motivos económicos, me fui porque aquí no encontraba nada y he conseguido volver con un buen nivel de inglés y una experiencia personal enriquecedora. Aunque también es cierto que la mayoría de los españoles que conocí estando allí habían llegado más impulsados por la necesidad de encontrar trabajo que por otra cosa", explica, comentando también que si sigue mucho tiempo sin encontrar empleo en España se volverá a plantear irse.Jóvenes y con estudios, los que más salen

Aún con todo, es el colectivo de trabajadores jóvenes y los más formados los que siguen estando más predispuestos a emigrar. Según un reciente estudio de la empresa de trabajo Randstad, hasta un 13% de los empleados españoles menores de 25 años ha cambiado su residencia en los últimos tres años, en muchos casos, buscando un empleo que se ajuste a sus competencias. No en vano, según Adecco, solo 3 de cada 100 ofertas actuales piden formación superior para acceder al puesto en Aragón. Una situación que ha hecho que muchas de los parados con estudios universitarios (unos 29.800 en la Comunidad según la última EPA), que van desde los jóvenes recién salidos de la facultad hasta los parados de mayor edad que se han quedado sin empleo, no encuentren una vía para poner en práctica lo aprendido.