Antibióticos, salvavidas que hay que saber usar

El 18 de noviembre fue el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos. Una jornada para concienciar de la necesidad de utilizar bien estos fármacos.

Francisco Javier Castillo, jefe de sección de Microbiología del hospital Clínico de Zaragoza.
Antibióticos, salvavidas que hay que saber usar
Asier Alcorta

"Hay un número creciente de bacterias que se están haciendo resistentes a los antibióticos". Quien así habla es el doctor Francisco Javier Castillo, catedrático de Microbiología y jefe de sección de esta especialidad en el hospital Clínico de Zaragoza. Para este facultativo (que además es el decano de la Facultad de Medicina de Zaragoza), la situación es preocupante porque los médicos se están encontrando con que dolencias relativamente habituales -como las neumonías o las infecciones urinarias-, ya no responden a fármacos que antes eran muy eficaces en su curación.


"Por ejemplo -explica Castillo- el microorganismo que con más frecuencia causa la infección de orina (la bacteria ‘escherichia coli’) es ya, en un 30% de los casos, resistente a uno de los antibióticos que se venía utilizando para su tratamiento como mejor elección". Y lo mismo puede decirse para los casos de neumonía, donde el neumococo (la bacteria que puede causar esta infección) se ha hecho resistente en un 20%-25% a algunos de los antibióticos que se utilizan para su tratamiento.


Por ello, coincidiendo con que el pasado martes 18 se celebró el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, Castillo quiso llamar la atención sobre la necesidad de utilizar de forma sensata y prudente estos fármacos: "Debemos insistir en que los antibióticos no son como otros medicamentos que pueden ser utilizados sin prescripción médica -apunta-. No son analgésicos, ni antiinflamatorios, ni quitan la fiebre. Para la mayoría de los procesos que afectan al tracto respiratorio (bronquitis, faringitis...), muchos de los cuales tiene un origen viral, no son útiles".


Esta alerta se debe a que la resistencia de las bacterias a los antibióticos se considera ya uno de los problemas de salud pública prioritarios en todo el mundo. Y buena parte de la responsabilidad de esto es de los ciudadanos por usarlos de forma indebida o para indicaciones que no son las apropiadas. "Un antibiótico es un salvavidas -dice Castillo- y hay que tomarlo solo cuando es necesario. Y cuando lo prescribe un médico; y hacerlo de la forma, en las dosis y con la duración en que lo recete".


Porque -explica- utilizar un antibiótico durante menos tiempo o en menor dosis de la prescrita contribuye a hacer resistentes las bacterias: "Es darle a un microorganismo -apunta- una dosis no suficiente para matarlo, pero sí para que lo reconozca y se haga fuerte contra él".