El alcalde de Santa Eulalia de Gállego, José Antonio Casaucau, al igual que otros regidores municipales de los pueblos afectados por el problema de contaminación del agua, exigen a la Dirección General de Salud Pública que haga un informe de las afecciones que el lindano tiene para la salud de los vecinos. Además, amenazan con denunciar por la vía penal tanto a Inquinosa, empresa que produjo este pesticida en Sabiñánigo durante catorce años, como al Gobierno de Aragón -y en concreto, señala a los consejeros de Sanidad y Medio Ambiente de los distintos ejecutivos- "por dejación de funciones", en el caso de que no tome cartas en el asunto de forma inmediata.

"Si se demostrara que ha habido enfermedades, afecciones, graves problemas de salud o incluso muertes por culpa del lindano, claro que habría que pensar en la responsabilidad penal de Inquinosa", concreta Casaucau. El aragonesista confía en que la DGA se encargue de sufragar este estudio toxicológico identificando las zonas de riesgo y las afecciones. Ellos, por su parte, ya han pedido algún presupuesto para saber cuánto costaría un análisis de estas características

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Muchos ayuntamientos ya han aprobado en sus plenos mociones para solicitar este estudio y el alcalde de Santa Eulalia aseguró que también hará llegar una carta al consejero Ricardo Oliván y a la ministra del ramo.

Tres décadas de problema

"La contaminación por lindano en el Gállego es un problema que llevamos sufriendo desde hace treinta años y no creemos que se vaya a resolver ahora en dos semanas, pero esperamos que no tarde otras tres décadas", cuenta Casaucau. Su pueblo es uno de los más afectados por esta crisis, ya que han tenido que prohibir el consumo de agua en dos ocasiones y el problema aún no se ha resuelto.

Después de limpiar una primera vez la red de tuberías y colocar unos filtros con dosificadores de carbono diluido, los niveles de lindano en la fuente del pueblo volvieron a dar por encima del límite legal. Ahora tienen que hacer otra limpieza e incluso están dispuestos a pedir las llaves de los muchos domicilios que solo abren en época de vacaciones para que el agua pueda circular por toda la red y tratar de resolver el problema que afecta ya hasta a la llegada de turistas.

La red de tuberías es muy antigua (tiene casi medio siglo) y esa parece ser una de las causas por las que se ha repetido el problema. En el Ayuntamiento cuentan con un proyecto de 2003 para renovar las conducciones y otra serie de mejoras como parte del plan de restitución de Biscarrués que estaba valorado en 1,5 millones.

"Pero lo que se necesita es un abastecimiento alternativo al Gállego", recuerda el alcalde. Algo que, de momento, solo se ha confirmado para Villanueva de Gállego, el municipio con más habitantes de los afectados por el problema del lindano. Casaucau aprovecha para reivindicar: "Ahora más que nunca se demuestra que la obra de Biscarrués no tiene ningún sentido".