Más de 30.000 hogares sufren exclusión severa en Aragón y crecen las desigualdades

El informe de la Fundación Foessa, vinculada a Cáritas, revela que un 13% de la población no puede costear su tratamiento médico.

Cerca de 107.000 aragoneses (casi 31.000 familias) viven al margen de los supuestos brotes verdes. Ni los notan, ni los esperan. Todos ellos sufren situaciones de extrema necesidad en varias dimensiones (se ven privados de vivienda, empleo y acceso a la salud, por ejemplo) que necesitarían una actuación urgente. Estos forman parte, además, del grupo de 255.000 aragoneses (más de 83.000 familias) que sobreviven con alguna de estas carencias.


Cáritas Aragón dio a conocer ayer los datos regionalizados del último informe de la Fundación Foessa, con la que colabora estrechamente. La entidad benéfica no ha parado de denunciar las crecientes desigualdades sociales desde el inicio de la crisis y la insuficiente respuesta por parte de las administraciones públicas.


Aragón era en el año 2007 una de las comunidades con menor nivel de pobreza, y ha logrado vivir de las rentas un tiempo. Por eso, a día de hoy, sigue sin salir tan mal parada como otras comunidades. De hecho, el 44% de los aragoneses se libran de sufrir problemas de integración en cualquiera de los parámetros estudiados (exclusión en el empleo, del consumo, política, educación, vivienda, salud y/o conflicto y aislamiento social). Este 44% es mejor al de la media de España (está 8,1 puntos porcentuales por encima) pero, en cambio, las situaciones de desigualdad han crecido un 22,4%.


Francisco Lorenzo, coordinador del Informe -que tiene detrás cuatro años de trabajo, 90 expertos y, además, investigadores de 30 universidades nacionales-, explica que a día de hoy pueden compararse estudios suficientemente acreditados de 2007, 2009 y 2013 que revelan una máxima: los ricos son cada vez más ricos; y los pobres son cada vez más pobres.


"En Aragón, el 10% de las familias más ricas antes de la crisis han mejorado su nivel de renta un 2% sobre el 2007; mientras el 10% de las familias más pobres han visto caer su nivel de renta un 12%", explicó. No solo eso: se estima que un 13% de los aragoneses han tenido que dejar sus tratamientos médicos por no poderlos sufragar.


Cáritas Aragón, que el año pasado atendió a 23.514 personas, insistió en que hechos como que el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI) siga dándose con demoras de 10 meses (5 meses cuando ha de renovarse) no ayudan a resolver el problema. Siguen reivindicando, además, que se haga un "sistema retributivo ético".