La Policía Judicial de la Guardia Civil de Zaragoza ha trabajado a destajo en las últimas semanas para facilitar "apoyo táctico" a sus compañeros de Teruel, en la Operación Pharmakon (se cerraron quince farmacias entre las dos provincias), y a los de la Unidad Central Operativa (UCO), que ha destapado recientemente las operaciones Púnica y Enredadera, que han tenido repercusiones en la capital aragonesa.

Los dos agentes de la UCO que llegaron ayer desde Sevilla estuvieron apoyados por otra pareja de la comandancia de la capital aragonesa. El despliegue de la unidad de especialistas del Grupo de Delitos contra la administración de la Guardia Civil se hizo al mismo tiempo en trece provincias (Sevilla, Córdoba, Jaén, Huelva, Cádiz, Granada, Badajoz, Madrid, Valencia, Zaragoza, Barcelona, Lanzarote y Las Palmas de Gran Canaria) de todo el país a primeras horas de la mañana.

Secretos sumariales

Las tres operaciones abiertas en las últimas semanas tienen repercusión en Zaragoza y responden a actuaciones judiciales que están bajo secreto sumarial para evitar que ningún sospechoso pueda escapar a alguna de las pesquisas de la Guardia Civil.

Pero las investigaciones abiertas en los juzgados de instrucción número 6 de Sevilla (la operación Enredadera) y el 3 de Teruel (la operación Pharmakon) se han multiplicado por las provincias a las que llega a afectar y la falta de medios se suele notar bastante más. Este tipo de casos con afectados en varias provincias se pueden ser afectadas se trasladan a la Audiencia Nacional, siempre que sean los delitos a los que le correspondan. Se trata de los delitos económicos que causen grave perjuicio a la economía nacional, junto a los de terrorismo, contra la Corona, el narcotráfico a gran escala o los que son cometidos por españoles en el extranjero.