El sector de las TIC aumenta un 30% y genera 8.000 empleos

Las empresas vinculadas al mundo de las nuevas tecnologías y la gestión de información son de las pocas que han mejorado sus cifras durante la crisis.

Las TIC son una herramienta imprescindible para esta transformación digital
El sector de las TIC aumenta un 30% y genera 8.000 empleos

En medio del azote de la crisis, pocos son los ámbitos empresariales que han sabido mantenerse a flote e incluso mejorar considerablemente sus cifras durante la recesión. Uno de ellos ha sido el sector de las empresas relacionadas con las nuevas tecnologías y la sociedad de la información (TIC). Una amalgama de disciplinas y subsectores que van desde la gestión de grandes bases de datos hasta la creación de softwares y aplicaciones para hacer cualquier trámite más sencillo o la búsqueda de soluciones digitales. Campos todos ellos en los que confluyen a partes iguales el uso de internet, las telecomunicaciones y la informática y que, en definitiva, están configurando el mundo actual.


Las TIC están presentes tanto en la creación y gestión del comercio electrónico de una pequeña empresa como en las ingentes bases de datos con las que trabaja la administración en campos como la Sanidad o Hacienda, pasando por las aplicaciones que permiten saber a qué hora va a pasar el bus urbano por una parada en concreto. Una serie de herramientas que han ido avanzado en los últimos 15 años a la vez que la tecnología iba desarrollándose, y que en Aragón ha generado uno de los nichos de empresas y empleo que más ha prosperado en los últimos tiempos.


Según el último informe del Observatorio Aragonés de la Sociedad de la Información, en la Comunidad han nacido desde 2008 más de 450 empresas relacionadas con las tecnologías de la información, lo que ha elevado su número hasta en un 37% desde el inicio de la crisis, casi una tercera parte más de lo que ha crecido el sector a nivel nacional. Una tendencia positiva que se sale radicalmente de la norma gris que ha marcado el tejido empresarial aragonés en el último lustro, y todo ello a pesar de que las TIC también han notado el aliento del parón económico, que tuvo su mayor varapalo la pasada primavera con el ERE de extinción ejecutado por la extranjera HP Outsourcing.


“El sector notó la llegada de la crisis de forma retardada, sobre todo a raíz de que las administraciones congelaran la inversión en la mejora de sus sistema de gestión de la información, pero más allá de actuaciones individuales de empresas extranjeras, las compañías aragonesas han sabido salir adelante gracias a la innovación y a hacerse fuerte entre ellas”, explica Manuel Pérez Alconchel, gerente de Tecnara, la asociación que aglutina a las empresas de este ámbito en Aragón y que en 2011 promovió un clúster que ha catalizado la expansión de las empresas aragoneses hacia mercados extranjeros.


A pesar de esto, el mundo de las nuevas tecnologías y la comunicación a través de internet sigue teniendo dos vertientes muy claras. Por una parte, hasta la mitad de las empresas son autónomos o micropymes que han visto en este nicho su vía de autoempleo, y por otro, un racimo de compañías aragonesas ya asentadas como Híberus o iA Soft junto con otro grupo de empresas en constante crecimiento que en total generan a día de hoy algo más de 8.000 puestos de trabajo en la Comunidad.


Un ejemplo de este tipo de iniciativas que han conseguido expandirse durante la crisis es Movilitas, una empresa radicada en Huesca y que tras ser fundada en 2005 afronta ya varios proyectos en Latinoamérica y Alemania gracias a su especialización en tecnologías SAP y proyectos de movilidad. “Empezamos cuatro socios, ahora contamos con ocho personas más y estamos trabajando para instalarnos dentro de nuevos mercados”, explica Eduardo López, directo gerente de Movilitas, donde ahora están empezando a abrir proyectos también en Colombia a raíz de la última misión comercial que realizaron junto con otro grupo de empresas aragonesas.


En este viaje de expansión a Colombia también participó Geoslab, otra empresa aragonesa que ejemplifica cómo el universo de las nuevas tecnologías está cambiando el día a día de todas las personas. Suyas son varias aplicaciones desarrolladas para conocer la farmacia más cercana en Zaragoza, o la situación de los taxis y las plazas de aparcamiento dentro de la capital aragonesa, además de mantener en desarrollo un proyecto, aGROSLab, que facilita la gestión por parte de los agricultores de las cantidades de fitosanitarios requeridas en sus explotaciones, así como administrar de forma más sencilla sus terrenos.La búsqueda de profesionales, el otro gran reto del sector

Sin embargo, el amplio campo de las TIC tiene su mayor problema dentro de casa. El constante cambio de la tecnología, la necesidad de adaptarse y la búsqueda continua de profesionales preparados suponen los mayores retos para el sector de cara a un futuro inmediato. “Hay que tener en cuenta que la mayoría de empresas tienen que comenzar invirtiendo tiempo y dinero en la formación de sus empleados para poder seguir el ritmo que marca la tecnología, algo común en todo el mundo pero que en España requiere más recursos ya que no se ha conseguido articular aún un proceso de formación a nivel nacional que genere los profesionales adecuados, ni en competencias específicas ni en cantidad”, señalan desde Tecnara, donde se cree que las instituciones y las empresas deberían confluir para crear un pacto a nivel regional o nacional que sitúe la formación de los profesionales de las telecomunicaciones y la informática a un nivel óptimo.


No en vano, según el último informe anual del Ministerio de Empleo, los profesionales de las TIC son uno de los perfiles que más requeridos están en la actualidad, señalándose además que todas las actividades relacionadas “generarán nuevas necesidades que exigirán formación nueva para cubrirla en un futuro próximo a todos los niveles”. En otras palabras, hacen falta más profesionales de todos los rangos, desde el ingeniero informático de primer nivel hasta el programador más raso, lo que requiere de un redimensionamiento urgente de la formación ya que, sin ir más lejos, la Universidad de Zaragoza solo es capaz de generar cada curso entre 40 y 50 nuevos ingenieros dedicados a un sector que según las previsiones más cautas podría solicitar en los próximos dos años hasta tres veces este número.