Un parque regalado en Zaragoza

Un vecino de Zaragoza regaló al Ayuntamiento un proyecto para la construcción de un parque.

Portada de HERALDO el día 30 de septiembre de 1914
Un parque regalado en Zaragoza

La neutralidad es nuestro escudo que nos defiende de las actuales calamidades que afligen a Europa entera. Nos permite la neutralidad ver de lejos el espectáculo sangriento de la guerra y eludir sus riesgos del momento.  El obelisco levantado en el paseo de Torrero, en memoria de la defensa del reducto del Pilar, está huérfano y solitario, casi avergonzado, de encontrarse allí sin oír más que los timbres de los tranvías.  Un vecino de Zaragoza, Sr. Benedicto, que hace algunos años presentó al Ayuntamiento un proyecto para la construcción de un parque en las Balsas de Ebro Viejo, ha concebido otro, más grande que el anterior. El proyecto actual lo regala al Ayuntamiento, como regala también el parque de las Balsas después de explotarlo por su cuenta durante un periodo de 25 años.