Las diez ermitas más bellas

La belleza de las más de 1.000 ermitas situadas en Aragón radica en su sencillez y entorno natural.

Ermita de la Magdalena en Caspe
Las diez ermitas más bellas
María Jesús Clavero

Las más de 1.000 ermitas catalogadas en Aragón son, quizá, una de las muestras más amplias de patrimonio y cultura en la región. No gozan de la amplitud ni de la riqueza de las catedrales, ni suelen encontrarse en el caso histórico como la mayoría de las iglesias de los pueblos en Aragón. Suelen ser pequeños templos, algunos construidos por los propios pastores o las humildes gentes de los pueblos, en lugares alejados con entornos únicos. Pero es justamente ahí, en la sencillez de estas construcciones donde radica su belleza. El Sistema de Información del Patrimonio Cultural Aragonés del Gobierno de Aragón tiene catalogadas un total de 1093 ermitas en todo Aragón, 509 en Huesca, 413 en Teruel y 171 en Zaragoza.

Ermita de San Juan y San Pablo


Solo la comarca de Sobrarbe cuenta con más de 150 ermitas. Algunas de ellas son, por su entorno y su valor histórico, auténticas joyas del patrimonio. Cabe destacar la ermita de San Pablo y San Juan en la localidad de Tella Sin. Esta pequeña construcción situada bajo una peña es una de las más antiguas del románico en Aragón, datada del siglo XI. Sin salir del valle de Tella también son de especial belleza la capilla de Fajanillas o la de la Virgen de la Peña. Sin embargo la comarca de Sobrabe guarda otros bellos templos. Muchos de ellos se pueden ver a lo lejos, en lo alto de la elevación montañosa de muchos pueblos. Es el caso de la ermita de San Mamés de Asín de Broto o la de Virgen del Morillo, ambas edificaciones sencillas desde las que se aprecia una espectacular vista del valle del Ara.

Ermita de Santa Orosia


La ruta de las ermitas desde la localidad de Yebra de Brasa hasta Santa Orosia en la comarca de Álto Gállego es de sobra conocida por la belleza de sus templos. Uno de los más bellos es el de Santa Orosia, situado bajo el monte Oturía, a unos 1600 metros de altitud en unos prados donde se celebra una romería cada 25 de junio. En sus inmediaciones se interpreta un dance y una pastorada en aragonés. La romería a esta ermita parte desde Yebra de Basa y pasa por otras sencillas ermitas en el camino, entre las que destacan las denominadas Langusto, Escoronillas, Arrodillas y Zoque. 

Ermita de la Virgen del Puyal


La comarca de las Cinco Villas también goza de un abundante número de ermitas. En total 29. Una de ellas, la dedicada a la Virgen del Puyal se encuentra en Luesia y se eleva sobre una colina a unos pocos metros del núcleo urbano. El edificio original fue construido por Jaime I en el siglo XIII.

San Vicente, Santa Quiteria y Nuestra Señora de Gracia


La comarca de la Ribagorza conserva alguna de las ermitas más bellas de todo Aragón. Ya no solo por su valor arquitectónico, que en muchos casos pertenece al románico, sino por el fascinante enclave en el que se encuentran. De las 164 ermitas catalogadas en esta comarca hay tres que son de visita obligada. Desde el siglo XI la ermita de Santa Quitería y San Bonifacio de Montfalcó se alza sobre una roca frente al embalse de Canelles. El conjunto es fruto de una belleza singular, la misma que conserva, a pesar de su deterioro, la ermita de San Vicente de Finestras. Otra muestra del románico del siglo XI. Se encuentra situada sobre dos paredes rocosas que simulan la muralla china sobre las aguas del Noguera. Y rodeada de una frondosa vegetación se haya en El Run, una pedanía de Castejón de Sos, la ermita de Nuestra Señora de Gracia. Otra muestra de románico, del siglo XII y que constituye un templo único por la construcción de su nave con cabecera semicircular orientada al este y una pequeña torre dispuesta sobre la bóveda de la nave.

Ermita de la Magdalena


Caspe es uno de los municipios con más ermitas de todo Aragón. Solo en el término municipal cuenta con un total de 8 pequeños templos, muchos de ellos en el caso histórico. Al contrario que la mayoría de las ermitas aragonesas, situadas alejadas del núcleo de población y sobre algún macizo, la ermita de San Indalecio, la de San Roque, la de Monserrat, la de la Virgen de La Balma, Santa Quiteria, y San Bartolomé, esta última de construcción reciente, se encuentran en el propio municipio y casi todas están construidas en el siglo XVIII con una forma muy similar. Aunque el valor histórico y arquitectónico de estos lugares es incalculable, hay una ermita en Caspe que es especialmente bella. La de la Magdalena. Está situada sobre un cerro conocido como 'la isla' ya que solo se puede acceder a el a pie cuando las aguas del pantano lo permiten. Aunque está casi derruida, este templo siempre ha sido muy especial para los caspolinos y siempre ha estado barnizado con un halo de misterio y de leyenda. Decían los viejos del lugar que las puertas de la iglesia no se podían cerrar, que siempre permanecían abiertas, para que peregrinos o navegantes pudieran descansar. A día de hoy viven colonias de buitres leonados y alimoches.

Ermita de la Virgen de la Fuente


Muel, situado en la comarca campo de Cariñena,  tiene una de las ermitas más bellas de todo Aragón. La Ermita de la Virgen de la Fuente, edificada en 1.777 y renovada en 1817 está situada en sobre un dique romano. Es Bien de Interés Cultural y actualmente preside el parque de Muel. Goya pintó uno de los frescos del templo y los zócalos de la ermita están decorados con la famosa cerámica de Muel.

Ermita del Llovedor


La belleza natural y patrimonial de la comarca del Maestrazgo es única por lugares como la ermita del Llovedor en Castellote. Construida en el siglo XVIII se encuentra insertada en una pared rocosa en la que también se asienta el castillo de la localidad. Cuenta con una sola nave cubierta por un techo plano que se funde con la hendidura de la roca para adentrarse en la montaña.

Ermita de la Virgen de la Peña, San Cosme y San Damián y San Martín


En la comarca de la Hoya de Huesca también hay un buen ejemplo de la arquitectura de las pequeñas ermitas y de su significado. Un lugar perdido en la naturaleza y en el tiempo. Especialmente bello es el templo de San Cosme y San Damián. Situadas frente al embalse de Vadiello. Sobre grandes paredes de piedra. Los tonos marrones de la roca parecen disimular la edificación. Al igual que sucede en la Virgen de la Peña en Aniés. Este impresionante templo situado en una pared de roca, aprovechando un pequeño rellano del terreno, está compuesto por la ermita y la casa del santero. Es un edificio de pequeño tamaño, construido en sillería, de una nave con cabecera rectangular y crucero apenas acusado en planta. Hay que destacar también la ermita de San Martín de la Val d’Onsera. Una muy pequeña y sencilla ermita hasta la que se llega por una de las rutas más bellas del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara.  

Ermita de Santa Quiteria y la Virgen del Campo


Ambas ermitas están situadas en la localidad de Argente en la comarca Comunidad de Teruel y conservan una gran belleza ya que se encuentran situadas en un profundo llano verde. La de Santa Quiteria, además, contiene uno de los pocos ejemplos de arquitectura románica del siglo XIII en Teruel. El templo no ha sufrido modificaciones significativas por lo que supone un extraordinario  testimonio de la arquitectura religiosa medieval de la zona. La segunda, la de la Virgen del Campo cuenta con la devoción de sus vecinos y hasta ella se organizan todos los años romerías.

Ermita de Santa Bárbara


Aunque apenas queden unos pocos restos de la Ermita de San Bárbara es uno de los enclaves más bonitos de la comarca turolense del Matarraña. El casco histórico de la Fresneda está declarado Conjunto Histórico Artístico y entre otras construcciones monumentales como la Iglesia Parroquial del siglo XVII se encuentra esta ermita situada sobre un promontorio y hasta la cual se llega por un calvario bordeado de cipreses. Desde el templo de Santa Bárbara se puede contemplar la profundidad del paisaje del Matarraña.