El Canfranero vuelve a circular por donde descarriló el mercancías pero a 30 km/h

Diez días después del descarrilamiento de un tren de mercancías cerca de Castiello, a primera hora de la tarde ayer se restableció la circulación ferroviaria en el tramo Jaca-Canfranc, pero con una nueva limitación de velocidad de 30 kilómetros por hora, tanto para trenes de pasajeros como de mercancías, en la zona del túnel donde se accidentó el convoy. No es la primera vez que se limita la velocidad en la línea, puesto que ya se rebajó de 60 kilómetros por hora, a 40 para mercancías y 50 para pasajeros, entre las estaciones de Jaca y Canfranc después del accidente de Villanúa, donde hace tres años también descarriló un tren que transportaba cereal. 

Ahora se ha instalado una señal de 30 en las dos bocas del túnel, así como otras de 40 y 50 dirección a Jaca y Canfranc respectivamente. No obstante, según informaron ayer fuentes ferroviarias, esta nueva limitación se mantendrá durante un tiempo mientras se asiente el terreno, después de haber realizado las obras en el trazado ferroviario. En otros puntos y ocasiones, también se ha procedido de este modo si bien, en algunos ya no se ha retornado a la normalidad.

El restablecimiento de la circulación tuvo lugar a las 16.18 de ayer, y a las 18.22 pasó por el lugar del accidente, el punto kilométrico 4,700 cerca de Castiello de Jaca, el primer tren de pasajeros después de 10 días de corte de la vía. Este convoy fue el que partió de la estación de Canfranc con destino a Zaragoza a las 17.53. Y mañana por la mañana está previsto que salga de Silos de Canfranc el primer tren de mercancías desde el 15 de agosto. Durante estos 10 días, técnicos de Renfe y Adif han llevado a cabo trabajos conjuntos para restituir el servicio en el menor tiempo posible. Estas tareas han consistido en el encarrilamiento y retirada de los ocho vagones que se salieron de la vía, de los otros seis que no se vieron afectados, así como en la reparación de los importantes daños causados en la infraestructura ferroviaria. 

El hecho de que la mayoría de las tolvas descarriladas quedaran en el interior del túnel sumaron complejidad a las operaciones de restitución del tráfico, además de que los vagones estaban cargados, lo que obligó a vaciar parcialmente la mercancía con el objetivo de aligerar el peso y poder maniobrar en mejores condiciones. Tal y como informó ADIF, la reparación de los daños causados en la infraestructura han consistido en la instalación de carril de 54 kg/m en un tramo de 170 metros, la colocación de más de 280 traviesas de hormigón y la renovación de la capa de balasto, además de las verificaciones técnicas y de seguridad para garantizar los correctos parámetros geométricos de la vía. 

Todos estos trabajos han sido ejecutados por un total de 22 técnicos de ADIF y de Renfe, además de maquinaria. ADIF desplazó maquinaria pesada y ligera de vía, como tres retroexcavadoras, una pala cargadora, un minitren de servicios, tolvas de balasto, una bateadora y una perfiladora, cuatro camiones para el transporte de material. Por su parte, Renfe trasladó un tren taller desde Zaragoza para trabajar en las tareas de encarrilamiento. Durante estos diez días y para facilitar la movilidad de los viajeros de los trenes afectados de la línea Canfranc-Jaca-Zaragoza durante la interrupción del servicio, Renfe habilitó un servicio alternativo por carretera entre las estaciones de Sabiñánigo y Canfranc. 

Por el momento, se desconocen las causas del descarrilamiento, que tanto Renfe como ADIF siguen investigando. El accidente tuvo lugar el pasado 15 de agosto en la línea Zaragoza-Huesca-Canfranc, cuando ocho de los catorce vagones de un tren de mercancías que transportaba cereal y que se dirigía a Zaragoza-Plaza se salieron de la vía, sin producirse daños personales. Este es el quinto descarrilamiento de un tren de mercancías en los últimos tres años, desde el que se produjo en julio de 2011 con tolvas cargadas de maíz en la zona del viaducto de Cenarbe, en Villanúa.