La Policía dejó que el hombre atrincherado en el bar entregara una carta a su expareja

En la misiva, que leyeron los agentes con el permiso de la mujer por si podía serles de ayuda, se despide de ella y le muestra su amor

Fátima S. habla con un agente de la Policía el día de los hechos, en la calle de La Salina.
La Policía dejó que el hombre atrincherado en el bar entregara una carta a su expareja
José Miguel Marco

El equipo negociador de la Policía que intentó convencer a Luis Rocaful Gutiérrez, de 63 años, de que entregara su arma y saliera pacíficamente del bar Maxi 2 accedió alguna de sus peticiones. Todas fueron sencillas, como un cigarrillo o poder hablar con su expareja, Fátima S. Ayer se supo que incluso aceptaron trasladar a esta última una carta manuscrita. 


Fuentes de la Jefatura Superior de Policía informaron de que, durante la mañana del pasado martes, Luis Rocaful entregó la misiva al negociador de la Policía para que se la diera a Fátima. Como era una carta personal, los agentes pidieron a la mujer permiso para poder leerla en su presencia con la intención de ver si lo que decía podía servirles para resolver la situación. Una vez leída, se la devolvieron. Ayer, un programa matutino de Telecinco, la hizo pública. 


En cuatro hojas, Luis Rocaful se despide de Fátima S. y le proclama su amor. En la carta, le dice que ha dado «todo lo que tenía con la esperanza de que su relación podría haber funcionado». El hombre le explica que ya no tenía intención de recuperarla pero que quería mantener con ella una amistad. Aunque –añade la misiva– como ella no respondía a sus mensajes, había tomado la decisión de ir a despedirse al bar. 


«Nunca pensé recuperar tu amor perdido. Solo hubiese bastado con conseguir que me aceptaras como un amigo y también como tu socio. Cómo no contestabas a mis mensajes, que no eran para tanto. Solo quería pasar un rato fuera del Maxi 2 porque allí casi siempre hay tensiones. Pues me cojo la libertad de venir a decir adiós», le dice en el escrito, según reprodujo ayer la página web de la citada cadena de televisión. 


En otro párrafo, se despide de su expareja, a la que asegura que siempre querrá ya que ella era el «motor de su vida». «Adiós Fati, te quiero y sabes que mi corazón te ama. Mi amor estará siempre a tu lado», escribe. Luis Rocaful añade que no es un hombre violento y que nunca pensó en hacerle daño. 


«También te quiero decir que siempre he tratado de que tú te sintieras satisfecha, libre y feliz con lo que tú te hubieses dado el placer. Espero que tú nunca hubieses pensado de mí que estaba agobiándote. No te olvides de que nunca te haría daño, aunque tenía rabia y quería marcarte muy profundamente pero mi corazón no me lo permitió». «No se debe nada de alquiler»

En su carta, le dice a su expareja que todo lo está pagado y que no debe dinero. «No se debe nada de alquiler, todo está al día. Lo pagué yo con lo último que tenía. Ahora no tengo ni un euro y sabes que Luis no vive de limosnas», explica. Además, le comunica que ha tratado de liquidar un embargo anterior. «También he estado en el asunto de tu embargo del valor de 21.000 euros. Hay una opción de pagar 5.000 ó 6.000 euros».


Desde que le dio la carta, los agentes trataron de convencerle para que saliera, puesto que no había hecho nada y, hasta ese momento, solo podría ser denunciado por tenencia ilícita de armas, desobediencia y amenazas (delitos que, en una persona sin antecedentes, como era su caso, acarrean penas leves), pero el vecino de Miralbueno no colaboró. La Policía le dejó hablar en varias ocasiones con Fátima S. pero a lo que no accedió fue a dejarle entrar en el bar, como el pretendía, mientras tuviera en su poder el revólver. 


Lo que no se sabe es si Luis Rocaful escribió la misiva durante el tiempo que estuvo atrincherado en el bar Maxi 2 o la llevó ya escrita cuando decidió encerrarse en el local y estaba determinado a hacer lo que hizo.