Aragón es la única comunidad donde crece el número de huelgas laborales

?Entre enero y abril, 3.382 empleados aragoneses realizaron un paro, 782 más que el año anterior.

La plantilla, en una concentración del Parque Grande
Aragón es la única comunidad donde crece el número de huelgas laborales

Los trabajadores aragoneses empezaron el año movilizándose por sus condiciones laborales. Entre enero y abril, el número de empleados que fueron a la huelga aumentó un 30% respecto a los mismos meses de 2013 y se convocaron un 10% más de paros, hasta llegar a los 21, según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.


La comunidad es la única de España donde ha aumentado el número de huelgas convocadas y supera la media del país en cuanto a los paros realizados, aunque no en el número total de participantes. El País Vasco se encuentra a la cabeza del ranking, con 98 huelgas, seguido de Cataluña y Madrid.


Por sectores, los trabajadores de empresas dedicadas a dar servicios han sido las que más huelgas han convocados, seguidos de la industria. Sin embargo, en este último los paros se han mantenido más días, registrándose 170.320 jornadas no trabajadas en toda España.


El aumento de los paros en 2014 en la comunidad sigue la línea del año anterior, en el que ya hubo un 41% más que en 2012. La reactivación de los procesos de negociación colectiva es una de las razones del incremento de huelgas en la comunidad. “En 2014 se está volviendo a la dinámica habitual, después de que en 2012 y 2013 muchos procesos se paralizaran por cuestiones técnicas, tras la reforma laboral”, explica Manuel Pina, secretario de Acción Sindical de Comisiones Obreras en Aragón.


En los últimos meses, la mayoría de los grandes paros están relacionados con contratas de la administración pública, que revisa a la baja los precios, lo que se repercute en los salarios de los trabajadores, indica Pina. Los paros en FCC Parques y Jardines o, todavía en 2013, los de los empleados de AUZSA, son un buen ejemplo de ello. Por el contrario, han disminuido las huelgas contra los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) anunciados por las empresas. “Este año la única grande ha sido la de HP Outsourcing, pero el anterior tuvimos varias, como la de Hispano Carrocera, Kimberly Clark en Calatayud  o la de Mondelez en Ateca”, recuerda.


Las mejoras de la economía y los datos del paro también animan a los trabajadores a protestar. Con la crisis, se recortó el número de huelgas, pero también el de bajas laborales, reclamaciones de inspecciones de trabajo o asesorías jurídicas. “Todo el mundo tiene la idea de 'aguanto como sea', porque el trabajo no se puede perder”. Sin embargo, para este año esperan “cierta recuperación” en cuanto a las demandas laborales.


Para Pina, una de las claves para mantener una huelga, en especial las referidas a servicios públicos, es concienciar tanto a la plantilla como a la ciudadanía. “Hay que explicar muy bien que los trabajadores no la hacen porque quieren, sino porque es necesario”, apunta. Pone como ejemplo la huelga de la limpieza de Madrid, que sirvió para que paros similares tuvieran mayor seguimiento, ya que se observó “su repercusión, que fue comprendida y que se consiguió parte de las reivindicaciones”.


Esta protesta allanó el camino a otras, como la de los jardineros zaragozanos. “Conseguir el apoyo de los trabajadores es fácil, porque están concienciados. Además, creamos grupos de trabajos para explicárselo a la gente”, explica Tomás Insa, miembro del comité de empresa de FCC Parques y Jardines. Como explica el secretario de Acción Sindical de CC.OO., es necesaria “cierta complicidad” en las huelgas de servicios públicos. “Es muy difícil mantener la presión si la ciudadanía está en contra”. Al respecto, Insa subraya el apoyo de los zaragozanos. “La gente nos ayudó con donaciones anónimas a la caja de resistencia, con 100 euros, 50… cada uno ponía lo que podía”. Las aportaciones de los trabajadores en servicios mínimos, que dieron la mitad de su salario para apoyar a sus compañeros, también permitieron mantener durante un mes los paros.


Sin embargo, Insa recuerda que la huelga es el último recurso ante un problema laboral. “Si quisiésemos, podríamos hacerla ahora, porque seguimos los mismos, no se cubren bajas… Pero supone mucha presión y mucho desgaste”, indica.