El calor ya ha llegado a la provincia de Soria y al resto de territorios de Castilla y León. Las piscinas se llenan con usuarios que huyen de los rayos del sol y de la sensación de ‘agobio’ propia de estos días del año. Si bien, es cierto que la provincia de Soria cuenta con una ventaja respecto a las grandes ciudades que tiene que ver con el menor flujo de tráfico que recorren las calles y carreteras sorianas y que acrecientan la sensación térmica.

Este hecho y la lejanía de las grandes centrales térmicas que se distribuyen por  la Comunidad –como las de Anllares, Compostilla o La Robla ubicadas en León o la palentina de Guardo- contribuye a que Soria presente ‘mejores’ y, por tanto, menores niveles de contaminación que el resto de territorios castellano y leoneses. Esta diferencia se puede apreciar en la denuncia hecha pública por Ecologistas en Acción que venía a decir que “El ozono se dispara en Castilla y León, ante la pasividad de las autoridades”.

Para ello se apoyaban en los niveles de este gas registrados en las estaciones de medición en los últimos días. Los más elevados se dieron este miércoles en Segovia, donde a las 16.00 horas se alcanzó una media horaria de 160 microgramos por metro cúbico, próxima al umbral que obliga a informar a la población de que tome medidas de autoprotección, establecido por la normativa española y europea en 180 microgramos por metro cúbico.

También en Medina de Pomar (Burgos) se dispararon las cotas llegando a los 159 microgramos por metro cúbico a las 18.00 horas y en León, La Robla, Ponferrada, Palencia, Medina del Campo y Zamora, donde se superaron los 140 microgramos por metro cúbico.

Los niveles registrados en la provincia de Soria son considerablemente inferiores, aunque la media de los últimos días, como las temperaturas, ha ido en ascensión. Así, durante los primeros días de esta semana se superaba la barrera de los 60 microgramos por metro cúbico, situándose el medidor en 62 el lunes y 61 el martes. El miércoles la situación cambió y se registró una media de 75 microgramos por metro cúbico.

Pero lo peor ha llegado este jueves. A falta de que el servicio de Datos Red de Calidad del Aire que ofrece la Junta de Castilla y León a través de su página web publique la cifra media, a las 15.00 y 16.00 horas se han registrado cotas de 104 y 109 microgramos por metro cúbico, respectivamente. Unos niveles que distan de los máximos registrados en la región pero que previsiblemente se mantendrán hasta el fin de semana.

Ecologistas en Acción lamenta que la Junta “no esté difundiendo mensajes de advertencia a la población, en particular a aquellos grupos más sensibles (niños, ancianos y enfermos respiratorios crónicos) para que se protejan de los efectos del ozono evitando los esfuerzos físicos al aire libre en las horas centrales del día”. Creen que, debido a “la previsión de la superación del umbral de información las autoridades autonómicas deberían advertir a la población con antelación y no ‘a toro pasado’. “Durante el verano de 2013, fueron varias las ocasiones en las que se superó este umbral de información sin alerta alguna a la población”.

El ozono es un contaminante que provoca por inhalación un incremento de los riesgos de enfermedades respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar, así como el agravamiento de patologías cardiovasculares. La Organización Mundial de la Salud estima como media en 2.000 los fallecimientos prematuros anuales en España producidos como consecuencia de la exposición a niveles de ozono.