La carretera nacional RN-134 no se abrirá a camiones y autobuses hasta finales de julio en la frontera del Somport entre Francia y España. De esta manera, el paso internacional cumplirá tres meses y medio cerrado por unas obras que empezaron el pasado 15 de abril. Así lo reconoció el subprefecto de Olorón, Samuel Bouju, en una reunión del espacio Portalet celebrada en Pau al que asistieron miembros del Gobierno aragonés.

El responsable del Ejecutivo francés trasladó un avance del dosier de los técnicos en el que señaló que se requieren unos pilotes para fortalecer el muro. Necesitan unos 30 de ellos, que tienen 18 metros de longitud. Ahora están en proceso de fabricación y serán entregados en la obra las próximas semanas para su colocación.

Los técnicos del Cerema (centro de estudios de expertos sobre los riesgos) han aprobado este dispositivo para la ordenación del territorio y el medio ambiente.

Estos pilotes se han encargado a empresas de trabajo público, pero la cantera del muro que van a arreglar no será dirigida por los servicios del Estado, explicó el subprefecto de Olorón. Como alternativa, ofreció el paso del Portalet para los camiones y los autobuses, salvo en horario nocturno (de 21.00 a 6.00), cuando está prohibido por el Consejo de Pirineos Atlánticos.

En otra reunión celebrada hace unas semanas en la Subdelegación del Gobierno en Huesca, los técnicos franceses llegaron a detallar que cabía la posibilidad de cerrar por completo el paso para levantar toda la carretera y sanearla porque el cauce del río pasa por debajo de la vía."Indignación" en la DGA

El consejero de Obras Públicas aragonés, Rafael Fernández de Alarcón, mostró ayer su "indignación" con la respuesta del Gobierno central para ralentizar el arreglo de la carretera nacional, que genera tantas pérdidas a las empresas de la Comunidad. Fernández de Alarcón considera que se podría arreglar la RN-134 sin cortar el paso de camiones y autobuses, y se quejó por suprimir la construcción de las variantes en varios municipios del valle del Aspe.

En esta línea crítica se manifestaron el presidente de la comarca de la Jacetania, José María Abarca, y el vicepresidente y alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez. "No es comprensible la técnica que están utilizando. Va a provocar daños en el turismo en la comarca", lamentó Abarca. "En mayo y junio se nota mucho los autobuses españoles que van a Lourdes y pasan por Canfranc pero no se ven", señaló el alcalde de Canfranc.