El desgraciado accidente ocurrido el pasado 8 de mayo en Badajoz en el que murieron cinco menores de entre 12 y 15 años ha destapado una preocupante realidad, el repunte del consumo de drogas al volante. El conductor de la excavadora con la que chocó el autobús de los chavales dio positivo en cocaína y

cannabis y la juez no dudó en enviar a este hombre de 37 años a prisión como presunto autor de una imprudencia grave. Habrá un atestado y un juicio que determinarán las causas finales del siniestro, pero las primeras pesquisas apuntan a una clara influencia de estas drogas. Desgraciadamente, no es un caso aislado y parece que cada vez son más las personas que circulan habiendo tomado estupefacientes. Y Aragón, con casi medio millar de positivos al año, no es una excepción.

La Guardia Civil de Tráfico y la Policía Local de Zaragoza, que fue pionera en España en implantar los test de drogas hace ya más de 7 años, constatan con números una tendencia al alza de la que también ha alertado ya la propia DGT. Según fuentes de la Benemérita, en la provincia de Zaragoza se practican cada mes alrededor de 25 pruebas de consumo de drogas y el 40% arrojan resultados positivos.Aseguran que estas cifras se repiten en las otras dos provincias aragonesas, lo que permite concluir que cada año se hacen en la Comunidad alrededor de 900 análisis y que unos 360 acaban en sanción. Pero a este total hay que añadir los 138 casos positivos (112 fueron denuncias administrativas y 26 dieron lugar a la apertura de diligencias penales) que detectó la Policía de Zaragoza en las calles de la capital aragonesa en 2013.Las denuncias suben un 78%

"Hay que reconocer que las últimas estadísticas nos preocupan, ya que estamos hablando de un aumento de las denuncias por vía administrativa del 78% en solo un año, pasando de 63 a 112 casos positivos", indican desde la Policía Local de Zaragoza, que ha incrementado bastante las pruebas en los últimos años."En cuanto a los delitos por circular influenciado por las drogas, que se imputan cuando existen síntomas evidentes en el conductor, apenas han repuntado un 2% en 2013, pero si tenemos en cuenta que todos los demás delitos viales han descendido, el dato vuelve a ser negativo", añaden.

Resulta llamativa la evolución tan dispar que experimentan los casos de alcoholemia y los de drogas en los controles que se hacen en el casco urbano de la capital aragonesa. De hecho, las insistentes campañas y la concienciación social han conseguido que los primeros desciendan notablemente. "Las diligencias penales, que se abren en los casos más graves y acaban con el conductor ante el juez, han disminuido alrededor de un 30% en 2013", apuntan desde la Policía Local de Zaragoza. Tendencia a la baja que también ha constatado la Guardia Civil de Tráfico.Doblan el número de detectores

La directora general de Tráfico, María Seguí, reconocía esta misma semana que, tras librar una dura batalla contra el alcohol, ahora se plantean un nuevo objetivo: frenar el consumo de drogas entre aquellas personas que van a conducir. De ahí que la nueva ley de Tráfico haya doblado el importe de las sanciones, de 500 a 1000 euros. Y la consigna ha llegado a los destacamentos de Tráfico de la Guardia Civil en Aragón, que hace apenas dos meses acaba de doblar el número de máquinas que utilizan para detectar los estupefacientes. "En cada provincia tenemos ya dos aparatos, lo que nos está permitiendo montar controles en cualquier lugar y a cualquier hora", explican desde la Benemérita. A diferencia de lo que ocurre con el alcohol, más ligado al ocio y al fin de semana, los agentes han comprobado que los positivos por cocaína, cannabis u otros estupefacientes pueden producirse "donde menos te lo esperas".

"Ya no se trata de parar al joven que conduce un coche deportivo amarillo, porque nos estamos encontrando con personas de cualquier edad y en cualquier momento del día y la semana", apuntan desde Tráfico. De ahí que los controles preventivos cada vez se alejen más de las grandes vías y se efectúen con más frecuencia en la red secundaria.

Durante los últimos años, se han sucedido los ‘kits’ de detención de drogas y en la actualidad ofrecen ya un formato mucho más higiénico y eficaz (antes había que escupir literalmente en un pequeño tubo). Tanto la Guardia Civil como la Policía Local de Zaragoza utilizan los que comercializa la empresa Dräger, que tienen un coste aproximado de 20 euros por unidad y detectan los seis estupefacientes de consumo más extendido. Según los laboratorios, estos dispositivos son de "corte alto", es decir, detectan consumos muy reci?entes. La Benemérita imparte cursos especializados de hasta diez días a sus agentes de Tráfico, en los que se les instruye para detectar los síntomas que alertan del consumo de alguna droga.