Hasta 400 parejas del mismo sexo se han casado en Aragón desde 2005

La polémica, la ilusión y la incertidumbre se conjugaban en el ambiente social español en el verano de 2005 con motivo de la aprobación por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de la ley de matrimonio homosexual. El nuevo texto permitía desde entonces, después de una larga lucha de los colectivos gais, casarse a dos personas del mismo sexo con las mismas garantías legales que el resto de los ciudadanos.

Han pasado nueve años y, tras tumbar el Tribunal Constitucional el recurso del Partido Popular contra la ley, parece que la normalidad es la nota predominante. Desde entonces y hasta 2012 -último año del que ofrece datos el Instituto Nacional de Estadística-, un total de 375 parejas del mismo sexo han contraído matrimonio en Aragón.

O lo que es lo mismo, apenas un 1% de los enlaces celebrados en la comunidad se benefician de aquella ley. El primer año de su aprobación fueron 15 las parejas ‘pioneras’. Al año siguiente, en 2006, y con la situación más clarificada, la cifra ascendió a 79. Es el mayor registro anual. Desde entonces, la media se sitúa en torno a 50 enlaces.

De los 375, en un total de 212 fueron protagonistas una pareja de hombres, por 163 bodas entre mujeres. Una de ellas fue la que unió a las zaragozanas Wisi e Isabel. “Todo fue muy tranquilo. Esperamos con paciencia a que pudiéramos casarnos, y lo hicimos”, explica Wisi, que acaba de ser madre de un niño por inseminación artificial.

Reconoce que el número de bodas gais es reducido, pero es que “la crisis afecta por igual a todo el mundo”. De ahí que agradezca que todo el proceso de inseminación y embarazo haya sido gratuito. “Sino habría sido imposible, tuvimos mucha suerte”, asegura.

Eso sí, critica que todavía existe una “gran falta de información” y que “la gente todavía tiene miedo por ejemplo a la hora de escolarizar a un niño”. Explica, a su vez, las dificultades que encontraron en su caso para registrar a su hijo -estuvo más de quince días sin conseguirlo- y la “excesiva burocracia” que se requiere.

En cualquier caso, ambas representan el perfil de un nuevo tipo de familia hasta hace no tanto impensable y “tan normales como el resto”. Como explica el fotógrafo de bodas Víctor Lax, que ha inmortalizado un buen número de enlaces entre personas del mismo sexo, “siempre han reivindicado ser iguales y por eso sus bodas no son diferentes a las del resto”, explica. “Quizá -continúa-, las viven con más intensidad, por lo que les ha costado conseguirlo”, y “se preocupan más por los detalles”.

Aragón, a la cola

En todo caso, la comunidad aragonesa es una de las que presenta menor índice de matrimonios homosexuales (0,9% del total). En el conjunto del país se han celebrado 25.239 de este tipo de enlaces, un 1,7% del millón y medio de matrimonios totales registrados.

Los colectivos gais aseguran que con solo una boda ya valdría la pena, y achacan el bajo indice de matrimonios a la falta de interés de la sociedad en general por las bodas y en el carácter menos tradicional de este tipo de parejas.